Disociación libertaria

El presidente Javier Milei expuso su primer discurso frente a la asamblea legislativa en un acto que estuvo planificado al detalle para ofrecer una imagen completamente disociada de la realidad. Una nueva página en el diario de Milei junto a Trolls, marlboros y Peaky blinders.

Por Leandro Mijaloski*


En un nuevo episodio de disociación de la realidad a los que la sociedad argentina se viene acostumbrando desde diciembre pasado, el presidente Javier Milei “leyó” su discurso de inauguración de sesiones ordinarias del Congreso Nacional frente a la Asamblea Legislativa. Una alocución plagada de relatos místicos, referencias bíblicas, cifras incomprobables y relato de ajuste contra la “Casta”. También el discurso tuvo un poco de amenazas, provocaciones, reinterpretaciones subjetivas de la historia y lo que no podía faltar, la promesa de un futuro mejor, de la luz al final del túnel. Aunque seguramente la factura de energía sea muy cara y finalmente la luz este apagada. Como en todos los procesos de ajuste que sufrió la sociedad argentina.

El escenario fue cuidadosamente montado con un atril sumamente elevado de espalda a su principal amenaza, la vicepresidenta Victoria Villarruel. La puesta en escena, no es un detalle menor y da cuenta de su creencia de superioridad moral y misión mística frente a una asamblea de “seres inferiores y despreciables”, que, lamentablemente para él, también fueron elegidos por la voluntad popular y más de uno ya le mostro los dientes. Ante esta situación, las amenazas fueron contundentes, si el Congreso no le da las herramientas que Milei pretende, aseguró que gobernará prescindiendo del Poder Legislativo. “Si lo que buscan es conflicto, conflicto tendrán”, dijo.

La transmisión oficial del discurso, tampoco fue un elemento que quedó al azar, cuidando todos los detalles, solo se hacían planos de los Diputados oficialistas, sumados los trolls rentados, los marlboros y los “Peaky Blinders” que coparon los palcos con la única función de hacer sentir al Cesar en el Coliseo Romano. El plano superior constante era el garante de la grandilocuencia del líder y el grito desaforado de “venimos a hacer historia” fue el momento máximo de euforia en el anfiteatro libertario.
La vista de Milei permaneció agacha la mayor parte del tiempo, como fiel reflejo de su incomodidad manifiesta de realizar exposiciones ante escenarios con parte del público no amigable.
Concretamente, en lo central de su discurso se basó en reforzar el relato libertario de que el ajuste lo está pagando la “casta”, sin hacer ninguna mención a las consecuencias catastróficas que están teniendo sus medidas sobre el tejido productivo, generando una recesión autoinfligida donde ya se empiezan a observar los parates productivos y los despidos masivos de trabajadores. Responsabilizando a la peor “herencia recibida”, al mejor estilo macrista, Milei ofreció diagnósticos, cifras, proyecciones de dudosa veracidad e imposibles de comparar.

Los datos oficiales brillaron por su ausencia, como si en esta nueva etapa libertaria de aniquilamiento del Estado, también pasen al rincón de los acusados las estadísticas que se elaboran con rigurosidad científica y a partir a ahora, puedan ser reemplazadas con los datos que a cada uno se le ocurra inventar. Todo este circo de pseudo economista lo sostiene apelando a citas dogmáticas de autores liberales que se dividen entre interpretaciones arbitrarias de la teoría liberal y teoremas idealistas de naturaleza inaplicable.

En la disociación libertaria de Milei, el ajuste solo se esta ejecutando sobre el sector público y el sector privado se esta preparando para despegar agradecido de correr al Estado del medio. Lo crucial en este punto, sería saber si Milei realmente cree semejante fantasía o si, por el contrario, es consciente que su lógica discursiva responde a la construcción de un relato sin ningún tipo de correspondencia con la realidad. En este caso, nos encontraríamos frente a un cínico y mentiroso. Pero en el caso contrario, estriamos frente a un dogmático que pretende encorsetar a la realidad dentro de sus parámetros de análisis sumamente limitados. Quizás lo correcto sería pensar que estamos frente a un poco de cada cosa.

En relación a los anuncios que se esperaban, muchos creían en la previa del discurso que anunciaría la dolarización o la “libre competencia de monedas”, que vendría a ser el espejito de colores para engañar a su electorado y hacerle creer que dolarizó la economía. Pero nada de eso hubo, lo más importante fue el anuncio del cierre de la agencia Telam, que esconde el cierre de canal 7 y el negocio inmobiliario sobre sus valiosas tierras. El fin de las jubilaciones de privilegio para los presidentes y vices y la prohibición de ser candidatos a los que tienen condena de segunda instancia. Recordando, uno con condena de segunda instancia por contrabando agravado, no hubiera podido ser presidente y hoy estaríamos liberados de esta pesadilla de deuda en la que vivimos.
Pero sobre la deuda nada, para Milei la razón de todos los males es el gasto del Estado, sobre timba financiera, endeudadores y fugadores seriales, mejor nos hacemos los zonzos, a ver si el Toto tiene que dar explicaciones.
El gran anuncio sorpresa no fue otra cosa que una extorsión más hacia los gobernadores, el llamado a un Pacto de Mayo, sería el acta sobre 10 puntos generales sobre los que nadie puede estar en desacuerdo, pero para firmarlo y llevar alivio fiscal a las provincias, la condición es aprobar la “Ley Bases” y no derogar el megadecreto en el Congreso, caso contrario continuará con su política de hostigamiento a las provincias y sus pueblos. El conflicto con las provincias, promete tener nuevos capítulos.

En la interpretación histórica subjetiva que realiza el presidente pareciera que desconoce que las provincias no solo son preexistentes a la Nación, sino que además son constitutivas de la Argentina, como si nunca hubiese cantado; ya su trono dignísimo abrieron
las provincias unidas del sud, o al menos ponerse a interpretar lo que significa.

Milei se fue del Congreso Nacional, creyendo que dio un excelente discurso y que el publico lo aclama, sus delirios místicos y de grandeza fueron fortalecidos, pero finalmente lo único que siempre se impone y no pide permiso, es la realidad.

*Licenciado en Ciencias Políticas (UBA) Opinión Publica y Comunicación Política (FLACSO)

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