Ante las notables dificultades que atraviesa el presidente Milei para encontrar el rumbo correcto para surfear las tempestades de la economía argentina, el circulo de poder con Macri a la cabeza, preparan un plan “B” ante un posible estallido social.
[EHM]
La falta de respuesta de los mercados financieros
internacionales a los pedidos de colecta de dólares de Caputo, sumado al
fracaso de la colocación del bono BOPREAL, no hacen más que dejar en evidencia la
desorientación que tiene el equipo económico gobernante. Para colmo, el
presidente actuó por ceguera ideológica y anulo la única fuente de
financiamiento con que contaba la Argentina. Prefirió cambiar el Swap de
monedas con China por un acercamiento a Taiwán, que hasta el momento solo le otorgó
al país 300 cajas navideñas, bloqueando la posibilidad de contar con yuanes convertibles a dólares
para cumplir con los compromisos externos. Mejor reír que llorar.
Es que la historia siempre vuelve a repetirse, primero como tragedia y luego como farsa. La derecha argentina, desde Perón hasta acá, siempre realiza el mismo diagnóstico, el problema de la argentina es el desequilibrio fiscal. Se debe ajustar el gasto para corregir el problema.
La falta de originalidad en el análisis de los
economistas del establishment económico lleva décadas, siempre el mismo
discurso, siempre las mismas políticas y siempre los mismos resultados. Pero no
son tontos, saben que el problema argentino es financiero, el problema es la
deuda en dólares, pero no lo pueden decir, porque si lo hacen estaría atacando
la fuga de capitales y la bicicleta financiera que realizan los sectores
concentrados para los que ellos mismos trabajan. Instrumentos que les permitió a
esos mismos grupos amasar fortunas inconmensurables.
Ante este
panorama, y sabiendo que los programas de ajuste no son bien recibidos por la
sociedad, ni pueden sostenerse en el tiempo, tienen listo el plan B para cuando
las papas quemen, una vez que Milei haya realizado el ajuste salvaje y brutal. El
esquema es simple, que Milei aguante todo lo posible y cuando su figura se encuentre
agotada, sacarán la carta de Villarruel y la querrán pasar como la persona
racional que viene a poner orden y salvar al gobierno.
El plan sería blindar de legitimidad a la vicepresidenta Victoria Villarruel como la “gran esperanza blanca” que pueda conducir con mano de hierro otro ciclo de valorización financiera, al mejor estilo pinochetista.
El panorama esta
más que claro, Milei y Villarruel son parte del mismo proyecto, que tiene como
padre a Mauricio Macri. Ya en la campaña tenían bien diferenciados los roles, Milei
con una motosierra asumiendo la responsabilidad plena del ajuste y Villarruel
haciendo campaña con la casta militar, evidenciando su rol represivo en el
proyecto.
Victoria
Villarruel será la encargada de darle al programa de ajuste lo que nunca pudo
tener ningún proyecto similar, sostenibilidad en el tiempo. Darle sostenibilidad
al modelo neoliberal por medio del uso de las fuerzas represivas del Estado, algo
que ya se realizó en la última dictadura, pero esta vez se hará bajo un
gobierno de apariencia democrática.
Villarruel es el oxígeno que necesita Mauricio Macri y el circulo de poder para sostener el modelo de ajuste.
No es menor el total
alineamiento del gobierno nacional con EEUU al pasar a retiro a 23 generales
dejando las nuevas camadas de oficiales, más dóciles, al avance que se hará sobre
las instituciones del Estado, la posible derogación de leyes que impiden a las
FFAA intervenir en cuestiones de seguridad interior, la venta o privatización de
las propiedades de las fuerzas y empresas estratégicas para la defensa y una amplia amnistía dirigida a genocidas y
represores de la última dictadura militar.
El rol de Villarruel
es ser el garante represivo, quizás Milei no lo sabia y ahora comienza a darse
cuenta que la posibilidad de recibir un golpe interno es cada vez mayor y crece
en la medida que aumenta el descontento de la sociedad con el ajuste que
realiza. Por eso aumenta su preocupación y su desconfianza hacia su
vicepresidenta.
En ese marco de situación, se constató la visita de la vicepresidente Victoria Villarruel al expresidente Mauricio Macri en el country Cumelén de Villa La Angostura durante los días viernes y sábado de la semana pasada. Reunión que al igual que la concretada días antes de asumir el gobierno, se produjo a espaldas de Milei, que terminó enterándose por la filtración en los medios.
Estas maniobras incipientes
de “putsch en marcha” de la vicepresidenta no pasaron desapercibidas para la
prensa internacional, el Financial Times, diario conservador británico,
advirtió que a Villarruel “hay que observarla atentamente; ella está lista,
para lo que sea”. Cita que la vicepresidenta eligió para hacer el posteo de
este artículo en su cuenta personal en la red social X, que luego procedió a
eliminar en un claro “error intencional”.
De esta manera, el plan B es más que evidente, pero en tiempos donde impera el
reino de la desinformación, el análisis de lo evidente resulta para muchos, confuso.
Y esa confusión, es el arma secreta de los poderosos para arrebatarle a un
pueblo distraído sus más importantes conquistas.
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