Sin lugar a dudas las elecciones del próximo domingo tendrán un capitulo que atrapará todas las miradas, la interna de Unión por la Patria en el distrito más populoso de la República Argentina, La Matanza.
[EHM]
Que se descuente una victoria del actual intendente Fernando Espinoza, sobre su contrincante, Patricia Cubría, la mujer de Emilio Pérsico, no hace que la interna pierda atractivo para el análisis. Para comprender un poco la dinámica de la interna actual, debemos remontarnos a la conformación del extinto Frente de Todos allá por el 2019. Por entonces, la necesidad de contener a sectores políticos heterogéneos para conformar un amplio frente que pudiera derrotar al macrismo, hizo que el espacio quede constituido por múltiples expresiones políticas que tienen miradas diferentes sobre la coyuntura, a la vez que posicionamientos ideológicos distintos para abordar las problemáticas económicas y sociales.
Esta “realidad de origen” del Frente de Todos, hoy Unión por la Patria, hizo que las disputas internas fueran una constante durante los tres años y medios de gestión, como una expresión de la puja existente entre todas las expresiones que conforman el frente. Pero de todas las diferencias, existe una división dentro del frente que tal vez es la mas importante para comprender la dinámica de las disputas internas.
Están por un lado los espacios netamente políticos, partidarios, gremiales e históricos, que, con numerosos matices entre sí, se caracterizan, de un modo general, por la previsibilidad en las conductas de cada espacio y por la construcción política de un modo más tradicional, priorizando la solidez de los armados territoriales, sus bases históricas y la formación de cuadros políticos.
Por el otro lado, existen los movimientos sociales que son un nuevo emergente social que surgió a medida en que la pobreza se fue transformando en estructural de la sociedad argentina y tuvo un importante aumento con la distribución regresiva del ingreso instaurado durante el gobierno macrista. Los movimientos sociales se caracterizan por ser impredecibles desde el punto de vista político y por poseer una construcción de sus bases no tradicional y carente de identidad histórica que pueda definir un claro posicionamiento político.
Dentro de los movimientos sociales, sin lugar a dudas el Movimiento Evita es el más importante por la cantidad de recursos que maneja y por la extensión territorial que esos recursos le brindan.
Con Emilio Pérsico en la Secretaría de Política Social, se garantizaron el control sobre el programa de asistencia social más importante que tiene el Estado Nacional, el Potenciar Trabajo.
Los manejos clientelares y extorsivos del Movimiento Evita sobre los beneficiarios del programa, les valió la crítica de muchos intendentes, gobernadores y hasta de la propia Cristina Fernández de Kirchner, quien públicamente reclamó que el control de los planes sociales debía volver a estar en manos de las autoridades provinciales y municipales.
No por nada Cristina demostró su apoyo a Fernando Espinoza con una reunión en los últimos días, que hizo trascender por medio de sus redes sociales.
Específicamente en La Matanza, el Movimiento Evita se aventuró a disputarle una interna a Fernando Espinoza, sosteniendo dicha aventura con una estructura de “militantes comprados” que son obligados a realizar actividades proselitistas para apuntalar la candidatura de Patricia “La Colo” Cubría, “la dueña de los planes” como la conocen en los barrios. El apodo no es casual, ya que actúan como los dueños de la asistencia social al amenazar a los beneficiarios con darles la baja del programa si no asisten a las actividades de campaña. Así, los titulares del Potenciar trabajo que están bajo la órbita del Movimiento Evita, son obligados a convertirse en militantes y a participar de una estructura gigante sostenida por las bases precarias del clientelismo político y las relaciones de asimetría de poder entre las personas.
Por ello, la interna del próximo domingo será una batalla de alta significancia política, donde lo que se pone en juego es nada más y nada menos que si La Matanza continua siendo gobernada por el peronismo para el pueblo y por el pueblo, o si por el contrario, pasa a estar en manos de un grupo de piqueteros que solo busca obtener una nueva caja de recursos para acrecentar su influencia y sostener en el tiempo el modelo de gerenciamiento de la pobreza que tiene a Emilio Pérsico y Patricia Cubría como sus máximos exponentes.
En el Movimiento Evita los cuadros políticos brillan por su ausencia y las convicciones son tan débiles y pragmáticas que le permitieron negociar numerosos beneficios durante el gobierno de Mauricio Macri a cambio de ofrecerle paz social en la calle.Esto demuestra que la interna en la matanza, no es una mera competencia política entre dos sectores de un mismo espacio, sino que más bien, lo que esta en juego es mucho más profundo. La interna es un desafío liso y llano al peronismo de La Matanza como último bastión de resistencia al que deben tumbar para poder aplicar un programa de ajuste y reducción de derechos sin ningún tipo de resistencia. Ante un eventual nuevo gobierno de Juntos por el Cambio, sin duda preferirían negociar con una intendenta como Patricia Cubría y no con Fernando Espinoza y Verónica Magario que ya saben que no pueden torcerles el brazo.
En La Matanza no existe una interna dentro del peronismo, nada más lejos que eso. La interna es entre todo el peronismo unido de La Matanza, contra el Movimiento Evita que de peronismo solo tiene el envase con el nombre, al contenido lo pueden cambiar según las necesidades del cliente.
Dime con quien andas y te diré quién eres. La entrevista cuasi promiscua que le realizó el programa de Jorge Lanata a Patricia Cubría el domingo pasado, dejó bien en claro que el circulo rojo preferiría negociar con “Cubría”, sabiendo que es una dirigente carente de convicciones y que solo busca el beneficio económico personal. Para ellos significaría la derrota total del peronismo, justo en el distrito que históricamente se caracterizó por ser el símbolo de la resistencia peronista.
Por ello, la interna del próximo domingo será una batalla de alta significancia política, donde lo que se pone en juego es nada más y nada menos que si La Matanza continua siendo gobernada por el peronismo para el pueblo y por el pueblo, o si por el contrario, pasa a estar en manos de un grupo de piqueteros que solo busca obtener una nueva caja de recursos para acrecentar su influencia y sostener en el tiempo el modelo de gerenciamiento de la pobreza que tiene a Emilio Pérsico y Patricia Cubría como sus máximos exponentes.
0 Comentarios