Bullrich propone decretar la flexibilización laboral si es gobierno

Dante Sica, exministro de Trabajo de Macri y asesor en materia laboral de la precandidata a presidenta de la Nación Patricia Bullrich, se expresó en favor de la implementación de medidas anti obreras de flexibilización laboral, si Juntos por el Cambio se alzara con la victoria en las próximas elecciones.

Por Jorge Néstor Juncal*


Según declaraciones realizadas por Dante Sica durante el programa radial del periodista Ernesto Tenembaum, “Argentina genera trabajo de muy baja calidad y totalmente informal” y considera necesario “adecuar toda la normativa argentina a las nuevas condiciones del mundo del trabajo y de las empresas”.

Para cumplir ese objetivo argumenta que “Los convenios colectivos forman parte del corazón del modelo sindical y lo que uno tiene que hacer es tratar de renovarlos. ¿Cuál es el problema de los convenios? No es el convenio en sí mismo. Nadie quiere sacar los convenios. Lo que hay que tener son contratos modernos que expresen las realidades productivas del mundo laboral” tras lo cual propone sin más, “suspender la ultraactividad de los convenios colectivos por un tiempo”.

El concepto de ultraactividad establece que “Una convención colectiva de trabajo, cuyo término estuviere vencido, mantendrá la plena vigencia de todas sus cláusulas hasta que una nueva convención colectiva la sustituya, salvo que en la convención colectiva vencida se hubiese acordado lo contrario".
Dante Sica sugiere suspender la “ultraactividad” como excusa para “modernizar” las relaciones laborales, en verdad lo que se busca imponer es una flexibilización laboral encubierta.
Demás está decir que, si los CCT podrían ser suspendidos por una resolución ministerial, los mismos caerían de forma inmediata y los trabajadores quedarían comprendidos en la Ley de Contrato de Trabajo que establece condiciones laborales básicas. Además, se obligaría a las entidades sindicales a negociar contrarreloj y a la baja, los nuevos CCT, hecho que derivará en un desenlace desafortunado hacia los trabajadores comprendidos en dicho convenio.

También enfatizó sobre la necesidad de avanzar con una reforma laboral que reduzca el costo de las indemnizaciones para el sector empresarial. “Hay que bajar los costos de incertidumbre con respecto a la salida laboral”, y para esto sugiere “limpiar un montón de regulaciones que hay generando lo que caricaturescamente se conoce como la industria del juicio. Hay que dar mucha claridad y certeza con respecto a los costos, tanto de entrada como de salida.”

De esta forma, Juntos por el Cambio planea aniquilar el orden público laboral existente. Este proyecto convertiría en “letra muerta” el artículo 14 bis de la Constitución Nacional que establece la protección al trabajador contra el despido arbitrario, condiciones dignas y equitativas de labor y la garantía a los gremios de concertar convenios colectivos de trabajo, ya que una vez caídos los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) se sometería a los sindicatos a una brutal reforma laboral a partir de la pérdida de derechos por encima de la Ley de Contrato de Trabajo y la inclusión de nuevas prerrogativas en beneficio de los empleadores.

Miente, miente, miente, algo quedará

Sica, en una entrevista concedida a Radio con vos, se explayó sobre los lineamientos de la propuesta de Juntos por el Cambio en materia laboral, bajo el convencimiento de que “Argentina genera trabajo de muy baja calidad y totalmente informal” y que para remediarlo basta con las “buenas intenciones” de la oposición para “adecuar toda la normativa argentina a las nuevas condiciones del mundo del trabajo y de las empresas”, toda una falacia por donde se lo mire.

Por cierto, el exministro de Trabajo de Macri lo dice con total desvergüenza como si no hubiera sido posible la creación de empleo de calidad, el crecimiento de la formalidad en materia laboral y el salto exponencial de las exportaciones de las empresas durante los gobiernos kirchneristas.
Si tomamos los 12 años que comprendieron los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, el empleo registrado creció un 91%, alcanzando una masa laboral de 5,8 millones de trabajadores.
A todo esto, mientras aumentaba de manera sostenida el consumo y la inversión de las familias, se multiplicaban por más de cuatro veces las exportaciones de productos manufacturados en el país, y la tasa de desocupación pasaba de 17,3 % en 2003 a 6,6 % en 2015, hito en materia laboral que hizo ubicar a la Argentina en el podio de las tres naciones latinoamericanas con mayor grado de eficacia en reducir la desocupación en dicho período.

El propósito de esta propuesta involutiva de JxC de “modernizar” los CCT es, indudablemente, arremeter contra el “corazón” de los derechos laborales de los trabajadores agremiados, sin tener que depender de los votos afirmativos en el Congreso, dado que quien tiene la facultad de homologar o validar los CCT es la cartera del Ministerio de Trabajo que está en la órbita del Poder Ejecutivo Nacional.

Ciertamente, el sueño húmedo de la oposición es aniquilar la existencia del “Modelo Sindical Peronista” surgido en 1953 a partir de la ley 14250 de Convenciones Colectivas de Trabajo, ley pionera en materia sindical que vino a consolidar rasgos característicos de un “modelo” único en el mundo, a partir de la intervención de asociaciones con personería gremial que le daban un origen formal a la estructura de negociación colectiva entre empresarios y trabajadores.

El expresidente Macri siempre ha creído, y así lo ha expresado en innumerables ocasiones, que “el modelo sindical argentino es incompatible con el desarrollo” y para eliminar dicho obstáculo recomienda su solución final: “hacer lo que se hace con los caballos cuando tienen una lesión incurable: sacrificarlos con el menor sufrimiento posible”, idea macabra que solo puede ocurrírsele a alguien que posea una mente criminal o genocida.
En cuanto a las indemnizaciones Sica señaló que “hay que mejorar el sistema de incertidumbre de salida” para las Pymes y que “hay que limpiar un montón de regulaciones, de multas que andan dando vueltas”.
Al parecer el mejoramiento del “sistema de incertidumbre de salida” es de una sola vía para Sica, solo para el empleador que puede deshacerse de sus trabajadores cuando le plazca y en las condiciones que sean de su provecho.

El Papa Francisco I, advierte de manera consecuente que existe en las sociedades actuales una “visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y carácter relacional” que fomenta una “cultura del descarte individualista y agresiva que transforma el ser humano en un bien de consumo”.

En ese sentido, las leyes laborales vigentes son las que brindan dignidad y protección a las y los trabajadores informales que resultan ser las víctimas propiciatorias de prácticas empresariales inescrupulosas.

La flexibilidad, la subcontratación o la tercerización laboral son modelos precarios de contratación laboral que favorecen la elusión y evasión de obligaciones tributarias de los empleadores respecto a sus asalariados a su cargo, que hacen trasladar el riesgo empresario a la parte más débil de la relación laboral.

En efecto, cercenar “regulaciones” o “multas” de la normativa vigente que operan en beneficio trabajadoras y trabajadores informales sería revictimizarlos, colocándolos en una situación de vulnerabilidad y desigualdad aún mayor a la que padecen.

Pareciera que no hubieran bastado los pésimos indicadores sociolaborales que tuvo el país durante el menemismo ni las consecuencias nefastas de su ley de flexibilización laboral que hizo crecer la tasa de empleo no registrado al 44,8%, producto de empleos de “mala calidad” y contratos precarios.

Sin dudas, el término “limpiar regulaciones y multas” de la legislación esconde un oxímoron, el contrasentido de combatir la informalidad con una mayor informalidad laboral a partir de nuevas normativas laxas que incrementarán las ganancias empresarias en detrimento del Estado Argentino y la clase trabajadora.

El ministro de Economía y precandidato a presidente de Unión por la Patria (UxP), Sergio Tomás Massa, fue enfático al manifestar que la oposición de JxC “plantea eliminar derechos de los convenios colectivos de trabajo y promueve la precarización laboral”, frente a esto el precandidato dijo que las y los trabajadores argentinos deben estar “tranquilos” porque UxP sostendrá derechos laborales históricos y otras medidas para “mantener el poder adquisitivo” de los salarios.

Hoy en día y a pesar de haber sido derrotados en las calles y en las urnas, los mentores y partícipes de aquellos gobiernos neoliberales persisten en difundir las mismas fracasadas recetas repitiéndolas irracionalmente sin detenerse en las consecuencias sociales que desatarían.

Las garantías constitucionales y al derecho laboral argentino trasuntan una clara vocación de tutela y protección de la parte más débil en el contrato laboral, la clase trabajadora; desconocer esto es, sin dudas, una clara declaración de guerra contra el movimiento obrero organizado columna vertebral del peronismo.
“La Patria se forma en primer término por hombres, y no pueden ser el campo, ni la máquina, ni el dinero, factores que sobrepongan al hombre, que es quien sufre y trabaja; y sin el cual ni los campos, ni los ganados, ni el dinero, tienen valor.” J. D. Perón.

*Abogado UM 

Publicar un comentario

0 Comentarios