La Mesa de Enlace presiona para lograr una devaluación que les permita liquidar las ventas de granos al valor del dólar ilegal. Los agroexportadores no están liquidando sus cosechas por valores cercanos a los 20.000 millones de dólares.
Por Jorge Néstor Juncal*
La maniobra extorsiva y especulativa que hacemos mención fue explicitada sin tapujos por el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien procuró excusarse diciendo que “la volatilidad cambiaria produce desconfianza en los productores agropecuarios”, y por ello, se ven obligados a retener la producción y esperar a ver “como viene la cosa”.Otro dirigente rural, Jorge Chemes de Confederaciones Rurales Argentinas, abiertamente y sin reparos, le pedía al Gobierno que implemente “una política monetaria, fiscal y cambiaria que termine con la inflación y que elimine la brecha cambiaria”, es decir, abogaba por una mega devaluación del 200% para beneficiar su sector a costa de un estallido social. Tamaño delirio solo tiene lugar en la mente afiebrada de estos personajes que solo tienen ojos para sus intereses.
Sin lugar a duda, están decididos a seguir tensando la cuerda buscando, denodadamente, que se acelere el ritmo devaluatorio de la moneda que lleve más “agua para su molino”. Para esto no escatiman recursos para actuar en tándem con poderosos operadores del mercado cambiario que, cebados ante señales de debilidad gubernamental, amplían la brecha cambiaria entre el dólar oficial el dólar MEP, el dólar blue y el Contado con Liqui (CCL), sin contemplaciones.
Por cierto, nada le importa el ya castigado poder adquisitivo de los trabajadores que, a causa de la inflación reinante, no termina de recuperarse. Entretanto, los medios de comunicación hegemónicos permean, como gota que horada la piedra, mensajes sediciosos contra el Gobierno nacional que moldean el sentido común de la población, creando desánimo y desesperanza en las familias. “Cuanto peor, mejor” sostienen estos sectores que quieren deteriorar las condiciones de vida del Pueblo trabajador para precipitarnos a otra amarga noche neoliberal de la que, esta vez, sea mucho más difícil librarnos.
Nos quieren divididos y exasperados, anhelan como fantasía de un sueño húmedo, ponernos de rodillas suplicando orden para luego darnos el tiro de gracia, regresándonos a un estadio pre-Peronista, sin conquistas ni derechos. Se yerguen en árbitros de una crisis que ellos mismos provocaron como socios del gobierno antipatria de Mauricio Macri que, por obra de su propio latrocinio, nos dejaron una deuda externa inconmensurable y un país incendiado. Hoy, inescrupulosamente y con maniobras arteras, buscan cargarse al Gobierno Nacional cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Para ello, firmes en ese objetivo de máxima, sectores del campo no dudan en retraer ventas agropecuarias a niveles históricos, inclusive peores al conflicto de la 125 cuando se plantearon las retenciones móviles. Por si fuera poco, las llamadas cinco hermanas, Cargill, Dreyfus, Bunge y Born, Andre y Adm, también se suman al juego especulativo, demorando sus ventas al exterior a la espera de un dólar recontra alto. A todo esto, el Pueblo trabajador es el que soporta estoicamente la embestida de los formadores de precios que, haciéndose eco de las expectativas inflacionarias y la fiebre alcista, ponen proa en remarcar descaradamente.
A estas arremetidas de los sectores agropecuarios y corporativos debemos sumarle la persecución judicial de la que es víctima la compañera y vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner, que en base a causas armadas pretenden, pergeñando una proscripción política amañada, darle partida de defunción a la significancia de la “década ganada” e imponernos un nuevo “estatuto legal del coloniaje” como diría Don Arturo Jauretche.
"La puja distributiva" debe volcarse "en favor de los que trabajan y de los más necesitados", señaló el presidente Alberto Fernández, y advirtió a los sectores especuladores que no le “van a torcer el brazo”, e instó a los funcionarios y a la militancia diciendo “Los necesito a todos movilizados”.En ese sentido, resulta más que oportuno volver sobre las palabras del Gral. Perón cuando sostenía “Es preciso que cada uno de los hombres del Pueblo sea un luchador en la medida de sus fuerzas y posibilidades contra la amenaza de un nuevo colonialismo imperialista, porque en los tiempos normales suelen ser las “elites” las que deciden, pero en los anormales como el que vivimos, solo deciden los pueblos.”
*Abogado UM
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