El turismo social como parte de la agenda nacional

Mas de 25.000 turistas disfrutaron del verano en los complejos Chapadmalal y Embalse. La temporada 2022 fue exitosa en las renovadas Unidades Turísticas. El Gobierno nacional continúa con el plan de obras para la puesta en valor de ambos complejos, luego del estado de deterioro y abandono en que los entregó el macrismo.

Por Martín Barraza*


Los complejos de Embalse y Chapadmalal, consagrados monumentos históricos nacionales, siguen siendo íconos del turismo social en Argentina, a pesar de la acción de gobiernos de sesgo neocolonial o neoliberal que, como mandato bíblico, buscaron sepultar toda conquista obrera a lo largo de la historia. Tamañas obras de infraestructura hotelera situaron al país en un nivel de desarrollo del turismo social no igualado por otro estado en la región.

Bajo la inspiración de políticas de Estado de Bienestar con posterioridad a la II Guerra Mundial, el Peronismo supo ser su gran exégeta por estos lares, al conceder a trabajadores y trabajadoras no solo disponer de tiempo libre para el disfrute vacacional, sino también recursos económicos que facilitaran el mismo. El turismo social venía acompañado de mejoras salariales, jornada limitada, vacaciones pagadas, necesidades ineludibles que tenían como recompensa el merecido descanso de la masa trabajadora de aquellos años gloriosos del Primer Peronismo.

Fue así, que se hicieron realidad lugares de turismo social con la construcción de hoteles y colonias de vacaciones, a la vez que se posibilitaban medios de transportes accesibles para toda la comunidad. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, Juan D. Perón fue cerebro e impulsor decidido del decreto-ley 33.302/45 que establecía la obligación patronal de aplicar a empleados y obreros el salario vital mínimo, salarios básicos y sueldo anual complementario, y a la vez creaba el Instituto Nacional de Remuneraciones con funciones específicas de fomento e inversión para el turismo social.

Dicha norma determinaba que el 3% del aguinaldo derivado de un aporte del 5% del sueldo anual complementario que depositaba el empleador –pudiendo retener un 2% del pago al empleado o empleada– se destinara al fomento del turismo social.

El golpe de Estado de la “Revolución fusiladora” en 1955, dio por tierra con las iniciativas que claramente se identificaban como “peronistas”, y no vacilaron en bloquear y reconvertir el turismo social en el país en desmedro del Pueblo. Esos jerarcas asesinos no dudaron en invalidar normas de procedencia Justicialista “jibarizando” el sector con transferencias de recursos a provincias, sindicatos y privados, desarticulando progresivamente el sistema estatal de turismo social.
El devenir histórico de las Unidades destinadas a Turismo social resultó dispar y cambiante al compás de la alternancia entre breves interregnos democráticos y dictaduras militares.
La historia reciente demuestra que, al finalizar el mandato Cristina Fernández de Kirchner en 2015, el presupuesto destinado a turismo social -Prestaciones Turísticas- rondaba el 28% de participación del presupuesto total del Ministerio. Luego de cuatro años de duros ajustes y desinversiones en el sector, el presupuesto tan solo representaba un 8%.

Muestra de esto se evidenció en el cierre de hoteles, hecho que profundizó el estado de deterioro de la infraestructura. El estado de abandono y el deterioro de las instalaciones entre 2015 y 2019 tuvo por consecuencia una caída de visitantes del 72%.
En 2015 la cantidad de plazas disponibles para turismo social era 3.700 (Unidad Turística Chapadmalal) y 2.970 (Unidad Turística Embalse), mientras en diciembre de 2019, luego de la Pandemia macrista, el gobierno del Frente de Todos recibió un escenario paupérrimo, 890 de plazas en Chapadmalal y 970 en Embalse. De cada Unidad Turística (UT) el Gobierno nacional recibió de su antecesor solo 3 hoteles disponibles para turismo social de un total de 16.
Durante la actual gestión del ministro Matias Lammens, el Gobierno Nacional se encuentra en un proceso de recuperación de niveles de participación. En la actualidad, esa participación fue llevada al 21% del presupuesto total y, de esto, más del 50% se destina a infraestructura. El presupuesto del Ministerio de Turismo y Deportes se ha quintuplicado desde 2019, haciendo más accesible el turismo para los sectores vulnerables de la sociedad.

Balance de la temporada


La Unidad Turística Embalse (UTE) se ubica en el Valle de Calamuchita, en una superficie de más de 200 hectáreas, en la localidad de Embalse Río Tercero. Su estructura original disponía de siete hoteles y cincuenta casas, con una capacidad cercana a las 3.000 plazas, y edificios complementarios para la administración, servicios generales y pabellones para el personal. Por otra parte, la Unidad Turística Chapadmalal (UTCH) se emplaza sobre la Costa Atlántica Bonaerense, en un predio de 75 hectáreas, con 19 casas pertenecientes a la Villa Turística Presidencial y 9 hoteles, con una capacidad de 4.000 plazas.
Según información del Ministerio de Turismo y Deportes, más de 25.000 turistas disfrutaron de la temporada de verano 2022 en las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse. 
Esto se debió al avance del Plan de Obras que posibilitó que estuvieran abiertos al público los hoteles 1, 2, 5 y 9 en el complejo de las playas de la Costa Atlántica bonaerense; y los hoteles 2 y 7 en las sierras cordobesas. Las propuestas ofrecidas a los veraneantes que se alojaron allí, y también abiertas a la comunidad toda, incluyeron recorridas por los emblemáticos edificios y el Museo Eva Perón.

Además, con la colaboración del Instituto Nacional del Teatro, los turistas pudieron deleitarse con obras de teatro infantil y aptas para todo público. El menú de opciones en esparcimientos resultó variopinto, desde clases de skate, de surf, cine bajo las estrellas y festejos de Carnaval, actividades que hicieron realidad una estadía para el recuerdo. En UT Chapadmalal funcionó el Parador Inclusivo, en conjunto con un equipo de CILSA, donde se dispuso de sillas anfibias para que personas con discapacidad pudieran gozar de las olas.

Esta Unidad Turística tuvo la visita de alumnos y alumnas de la Escuela San José de Chasquivil, Tucumán, que descendieron en helicóptero desde su pueblo, situado a más de 2000 m s.n.m., hasta San Miguel de Tucumán, y desde allí se trasladaron a Chapadmalal con la ilusión de conocer por primera vez el mar.
Todavía se sigue poniendo en valor a los complejos, para ello, el Gobierno nacional dispuso un ambicioso Plan de Obras abarcando la totalidad de los hoteles de ambos complejos, con el objeto de ampliar la oferta de plazas y actividades para sosiego de argentinas y argentinos que decidan vacacionar y descansar en alguno de estos centros turísticos.

*Técnico  Universitario en Turismo

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