Un fallo judicial desnuda la política educativa de Horacio Rodriguez Larreta en CABA, y lo obliga a brindar detalles de todos los colegios que informa como nuevos. Sobre casi el 40 % de las obras finalizadas, no se generó ninguna vacante nueva.
[EHM]
La semana pasada el Gobierno porteño se desayunó con un fallo de la Sala III de la Cámara de Apelaciones del fuero Contencioso de la Ciudad de Buenos Aires, que confirmaba la sentencia dictada por la jueza Elena Liberatori en 2019.
La sorpresiva decisión del tribunal de alzada, compele al ejecutivo porteño a asignar vacantes en colegios públicos, pero no contentándose con este presupuesto de mínima, le pregunta a Rodriguez Larreta: “¿Dónde están las 54 escuelas nuevas que dice haber creado?” solicitándole un detalle pormenorizado de cada una de ellas.
Se estima que las vacantes necesarias para cubrir la demanda en CABA serían de alrededor de 20 mil. La respuesta ensayada por la ministra de Educación de CABA, Soledad Acuña, fue enviar un simple “link” que, en la mayoría de los casos, no responde a la realidad estructural de los establecimientos. Antes de las elecciones generales de 2019, el gobierno porteño había informado que del “Plan 54 Nuevas Escuelas”, todas estaban concretadas. Luego, el Gobierno de la Ciudad supo ensayar una especie de dispensa, argumentando que se habían construido 50 del total y que cuatro todavía seguían en obra. La acción de amparo ante la justicia, que ahora tiene fallo de Cámara, había sido presentada por diputados del Frente de Izquierda junto a docentes, familias, el colectivo de Vacantes para Todxs en las Escuelas Públicas y el Centro de Profesionales de Derechos Humanos.
La Sala III revocó dos exigencias de la sentencia de la jueza Elena Liberatori, la primera de ellas era que “se instrumente la ayuda económica a los tutores o responsables que deben acompañar a los niños a establecimientos educativos ubicados a más de 10 cuadras de sus viviendas garantizando que se cubra el costo de 80 viajes de colectivos/subte como mínimo”.
El fallo
La Sala III revocó dos exigencias de la sentencia de la jueza Elena Liberatori, la primera de ellas era que “se instrumente la ayuda económica a los tutores o responsables que deben acompañar a los niños a establecimientos educativos ubicados a más de 10 cuadras de sus viviendas garantizando que se cubra el costo de 80 viajes de colectivos/subte como mínimo”.
También dejó sin efecto la medida de la jueza que implicaba “se efectúen las acciones necesarias a fin de que los recorridos y frecuencias de servicio público de transporte incluyan y cubran las necesidades de traslado de los barrios vulnerados de la Ciudad”.
Si bien ambas medidas fueron anuladas por el tribunal de alzada, se tomó una medida más integral para los alumnos de escuelas públicas porteñas que se quedan sin vacantes.
La sentencia de la Cámara de Apelaciones no se privó de ordenarle a Rodriguez Larreta “que informara respecto del periodo lectivo 2017 por cada distrito escolar, para los niveles inicial, primario y secundario de las escuelas públicas de gestión estatal: cantidad de vacantes ofertadas, cantidad de alumnos que han solicitado vacantes, cantidad de alumnos que pese a estar debidamente inscriptos se encontrasen en lista de espera”.
Es decir, en este caso la justicia porteña decide ir al hueso para saber no solo qué hay de cierto en materia edilicia educativa, sino también respecto a las vacantes escolares ofertadas. Resulta tan evidente la máscara mediática que blinda al alcalde porteño, tras la cual, se esconde un ajuste sistemático que somete desde hace años a la educación pública en la CABA, que nadie puede hacerse el distraído, menos aún, la justicia porteña. El fallo descorrió el velo comunicacional de Larreta y a modo de “tirón de orejas” le ordenó que “cumpliera con la obligación constitucional indelegable de asegurar y financiar el acceso a la educación pública, laica y gratuita para niños, niñas y adolescentes de la Ciudad”. Semejante cachetada debe haber dolido en las entrañas del macrismo porteño. La Cámara también requiere se envíe la sentencia a la Legislatura a los efectos de que se "destine los recursos presupuestales necesarios para que el GCBA cumpla con la obligación constitucional de asegurar la Educación pública.", esto es, que sea incrementado el presupuesto en educación.
Mas claro, échale agua. Asimismo, y para que tomara nota el ejecutivo porteño, se le señala en que comunas deberá tener garantizado el acceso a la educación en los tres niveles educativos, inicial, primario y secundarios en los barrios de Retiro, Recoleta, Palermo, Balvanera, San Nicolás, Puerto Madero, conocido como distrito 1; Barracas, Parque Patricios, Constitución, Nueva Pompeya, distrito 5. También, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Parque Avellaneda, Lugano, Mataderos, Liniers, pertenecientes al distrito 13; Villa Soldati, Flores, Parque Chacabuco, Nueva Pompeya; distrito 19; Villa Lugano, Mataderos, Liniers, distrito 20 y Lugano, Villa Riachuelo, Villa Soldati del distrito 21.
Según cifras oficiales del Gobierno de la Ciudad, el porcentaje del gasto de la función Educación sobre el presupuesto total pasó del 27,5% en 2011 al 18,6% en 2020 -último año ejecutado por completo-. Se trata de una caída del 8,9 puntos porcentuales, una cifra que demuestra la contundencia del ajuste que impacta año tras año en la comunidad educativa.
Realidad mata relato
Según cifras oficiales del Gobierno de la Ciudad, el porcentaje del gasto de la función Educación sobre el presupuesto total pasó del 27,5% en 2011 al 18,6% en 2020 -último año ejecutado por completo-. Se trata de una caída del 8,9 puntos porcentuales, una cifra que demuestra la contundencia del ajuste que impacta año tras año en la comunidad educativa.
El candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, Leandro Santoro, habló en el debate -que emitió el canal de cable Todo Noticias (TN)- sobre el presupuesto en Educación del Gobierno de la Ciudad y en aquella ocasión señaló:
“La educación en la Ciudad de Buenos Aires la gestiona Horacio Rodríguez Larreta (Cambiemos). ¿Sabés cuál es la consecuencia de eso? Hace 10 años el presupuesto cae un punto por año”. Todo parece un “show off” del gobierno porteño que pretende convencer a la ciudadanía de su falsa impronta de defensor de la escuela pública repitiendo como mantra “la educación es nuestra prioridad”.
Ciertamente, logró convencer a una mayoría que el presupuesto educativo se ejecutaba a pleno y que las escuelas estaban en pie, pero esto era solo producto de su imaginación o de una maquinación maquiavélica. En total son 20 barrios donde la justicia puso la lupa y conmina a Rodriguez Larreta a que informe cuales son las 54 escuelas nuevas construidas por esta gestión, entre 2016 y 2019, que su gobierno viene publicitando cada vez que hay elecciones. A su vez, la Cámara le exige que detalle si se trata de obra nueva, de mantenimiento, de ampliación, de mudanza, fecha de inicio y finalización, tipo de nivel del centro educativo, cantidad de vacantes que ofrece, domicilio y distrito escolar al que pertenece.
El tribunal de alzada, además de confirmar la sentencia de Liberatori, le ordena al Gobierno de la Ciudad, a publicar en su página web toda la información relativa a la cantidad de vacantes accesibles por Distrito Escolar actualizada en tiempo real, hecho que, de llevarse a cabo, transparentaría de cara a la comunidad la disponibilidad de éstas en el distrito. Si nos atenemos a la información que brinda la web oficial del GCBA hay cifras que desmienten a Larreta y Acuña, ya que la cantidad de obras finalizadas es de 46, sin embargo 18 de ese total se edificaron para sustituir escuelas ya existentes. En otras palabras, el 36 % de las escuelas construidas no generaron nuevas vacantes en la matrícula educativa. Como respaldo a esta información, Pablo Francisco del gremio docente UTE, señaló que “de las 54 escuelas nosotros tenemos constatado, hasta el día de hoy, 31 son de traslado, es decir, escuelas que ya existían”, y confirma que, de acuerdo con sus relevamientos, el 57% de las escuelas construidas no generan vacantes nuevas.
Con tono de indignación, Francisco detalla que: “además de mentir, el gobierno engaña, porque da entender que hizo escuelas separadas y en realidad junta varias en un solo edificio. En la calle Santo Domingo en la Villa 21-24, puso la Escuela de Creación y en la planta baja instaló el jardín N° 9 Distrito Escolar 5 que ya existía. Lo mismo ocurre con la escuela Infantil N° 8 DE 15 que la metieron en el mismo edificio que la Primaria N°24 DE 15”, pero no son los únicos casos, hay similares o con otras irregularidades.
La subejecución de partidas presupuestarias en obras escolares es un deporte que sabe practicar muy bien el macrismo, esto se refleja en el presupuesto de infraestructura que ostenta una insuficiente inversión en nuevos edificios. Tan es así, que en 2019 el Gobierno de la Ciudad dejó sin utilizar 100 millones de pesos por este concepto. En 2020, plena pandemia pudiendo aprovechar el tiempo de los chicos en las casas para culminar las obras iniciadas, de los 1853 millones de pesos que recibió el GCBA solo invirtió poco más de la mitad, 955 millones. En este 2021, la gestión de Rodriguez Larreta hizo un fuerte recorte en el presupuesto de la Dirección de Infraestructura Escolar, pasando de los 1853 millones de pesos recibidos el año anterior a 1140 millones, cerrando una quita de más de 800 millones, que, si a este tijeretazo le sumamos la merma por inflación, tenemos un recorte brutal en esta área. Ahora bien, la inercia en ese sentido sigue durante este año, hasta el segundo trimestre solo se ejecutaron 485 millones, del resto todavía la gestión macrista no tiene respuesta desde su cartera educativa. En suma, en los últimos 3 años, el Gobierno de la Ciudad no utilizó o subejecutó la friolera de $ 1650 millones, que sabe Dios a que aplicó o aplicará, a la educación pública, estamos convencidos, no irán.
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