El Presidente AF en conferencia de prensa informó que Argentina contará con las primeras dosis de la Sputnik V en el transcurso de diciembre. Para llevar tranquilidad y confianza respecto a la calidad de la vacuna rusa, el Presidente afirmo que “El primero que se va a vacunar soy yo”.
[EHM]
El primer mandatario durante la conferencia de prensa en Casa Rosada, informó que:
“Hemos suscripto el contrato con el Fondo Soberano de la Federación Rusa, que nos garantiza la provisión de vacunas para la Argentina. Quiero agradecerle personalmente al presidente Vladimir Putin, que se ocupó de que podamos acceder a la vacuna al mismo tiempo que los países más importantes del mundo. Vamos a poder contar con la dosis para vacunar en enero y febrero a 10 millones de argentinos”De acuerdo a lo informado por el Presidente, las primeras 600 mil dosis de la Sputnik V, en tanto y en cuanto, sean aprobadas por el ANMAT, serán recibidas antes de fin de año, y distribuidas en función de las necesidades de cada provincia, siendo aplicadas en primer término a: mayores de 60 años, docentes, integrantes de las fuerzas de seguridad y personas con enfermedades prevalentes. Al respecto el mandatario afirmó que
“En enero se vacunarán 5 millones de personas más y en febrero se completará el resto”.No obstante esto, y para llevar tranquilidad a la ciudadanía, el Presidente AF aclaró que desde hace tiempo llega documentación de la vacuna rusa al ANMAT, pero para contar con más precisiones sobre la misma, la semana próxima viajará a Rusia un comité de expertos a efectos de “que nos dé certeza de que lo que estamos comprando es lo que los argentinos tenemos que recibir.” Mas allá del anuncio, el Presidente AF advirtió que el problema de la pandemia está lejos de resolverse indicando “Con la vacuna vamos a darle inmunidad a los que mas riesgo tienen, pero mientras tanto hay que seguir cuidándose.” Para luego agregar:
“No estamos previendo que la vacunación termine en marzo. Pero poder tener firmado un contrato que nos dice cuando y cuantas vacunas van a llegar nos da mucha tranquilidad para minimizar las condiciones de letalidad de la enfermedad”.Como muestra de confianza sobre la eficacia de la vacuna, el Presidente AF ofreció ser “El primero que se va a dar la vacuna soy yo. La ironía es que esto ocurra un 10 de diciembre” disparó el Presidente a modo de reflexión, para reiterar que cuando el coronavirus sea un triste capítulo del pasado, no es deseable volver a una “vieja normalidad”, sino a una mejor. Respecto al resto de las vacunas en danza, el Presidente señaló que “Este es el tercer contrato que la Argentina firma. El primero fue con AstraZeneca de la Universidad de Oxford, el segundo con Covax, que es una dependencia creada por las Naciones Unidas, y el tercero es precisamente el que hemos firmado con el Fondo Soberano de Rusia”, y enfatizó de manera contundente que “entendamos que estas vacunas nos van a permitir vacunar a las personas en riesgo (que son un total de alrededor de 13 millones) antes que a nadie.” El mandatario llamó a la reflexión sobre el hecho de que la vacuna “per se” no resuelve el problema y la importancia de no relajar las medidas de cuidado reiterando:
“La vacuna no ha resuelto la pandemia, y hay que prestar especial atención a lo que está pasando en los países vecinos y en Europa. No hemos resuelto el problema porque el riesgo sigue potenciándose”.Por su parte el ministro de Salud Ginés Gonzalez García informó que un grupo de funcionarios de su cartera ya se encuentran trabajando en las distintas provincias con las autoridades locales asegurando que “nunca en la historia hubo un operativo de vacunación tan masivo y amplio. Es un desafío logístico, operativo y de programación de una magnitud no conocida. Estamos trabajando muy fuertemente en eso, mientras ganamos tiempo” para anticipar que “vamos a mejorar los tiempos con el equipo técnico que está yendo a Rusia para tener la disponibilidad de la vacuna cuanto antes.” Desde el comienzo de esta pandemia, el gobierno nacional, de manera obstinada y pertinente se propuso como norte, el cuidado de la salud y la vida de los y las argentinas. Para esto se empeña dando lucha desigual frente a un enemigo que, por ahora, resulta implacable. Del anuncio presidencial se trasunta un mensaje prometedor, que es de esperar mitigue los efectos de este castigo bíblico. Seguramente no será ni el único, ni el último esfuerzo que se realizará para lograr la remisión total de esta enfermedad a nivel país. Está claro que el virus sigue dando batalla en todas las geografías, pero arredrarnos frente a la adversidad o subestimar las consecuencias del Coronavirus, no es de buen argentino. Como decía Perón con gran sabiduría, respecto a cuál era el fin último de la Salud Pública:
“Salud Pública es ese ejército que ha de combatir colectivamente los males colectivos y que ha de tratar de asistir, por cuenta del Estado, a los ciudadanos que no puedan pagar su asistencia médica. Esta organización sanitaria implica conservar la vida.”
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