Un gran remedio para un gran mal

Que nada nos limite.
Que nada nos defina.
Que nada nos sujete.
Que la libertad sea nuestra propia sustancia.

Simone de Beauvoir.

El 3 de junio de 2015 cientos de miles de personas salieron a la calle en distintos puntos de la Argentina, movilizadas con la consigna “NI UNA MENOS”, que fue difundida semanas antes vía Twitter, por un grupo de periodistxs, artistxs, investigadorxs y activistxs, bajo el lema: Basta de femicidios. Segun informó el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, “cada 30 horas una mujer es asesinada en nuestro país”. 
El reclamo común amparó sentidos plurales e incluso disidentes. Las organizadoras de la convocatoria Ni Una Menos, la cual tuvo un alcance nacional e internacional, trazaron como meta trascender el debate ideológico, que suele tener la causa, y poder llegar con una proclama feminista puntual a la agenda pública. La manera de hacerlo fue a través de una estrategia comunicacional de alcance masivo y con lógicas de producción de sentido. De igual forma, está orientada en sus mecanismos de producción de mensajes, comunicación y organización, para distribuir masiva y rápidamente la información. 

A su vez, la coordinación de debates, estrategias de reflexión y de acción han sido las herramientas utilizadas para visibilizar las problemáticas de género, particularmente las referidas a la violencia hacia las mujeres.

| 3 DE JUNIO DE 2020. 5 AÑOS MÁS TARDE : LA EPIDEMIA DENTRO DE LA PANDEMIA

Epidemia 

nombre femenino
1.Enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales en un mismo lugar y durante un mismo período de tiempo.
2.Daño o desgracia que afecta a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave. Ej: "hay que combatir la epidemia de la droga"

En lo que va del año, se registraron 140 muertes por femicidios, de los cuales 57 se perpetraron desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Cabe destacar que el 71% fueron ocasionados dentro de sus hogares y el 65% de ellos, en manos de parejas o ex parejas de las víctimas, conforme revelaron el Observatorio de las violencias de género Ahora que si nos ven y la organización no gubernamental La Casa del Encuentro.

| ESTAS VIVA PIBA, AGRADECELO 

¿Debería sentirme agradecidx por hacer cumplir mi derecho natural a la vida? 

La escritora feminista, Florencia Freijo, afirma:
”Las mujeres transitamos este mundo cargando mandatos patriarcales: ser buena esposa; buena madre; buena hija. Desde siempre cargamos con una enorme cantidad de exigencias sobre nuestro cuerpo; nuestro comportamiento; lo que se espera de nosotras. Estamos solas porque crecemos alejadas de nuestro propio deseo; separadas unas de otras; exigidas al máximo para encajar en los moldes que la sociedad nos impone”.
En síntesis, si desde muy pequeñas nos confinan a ser envases de concepción, ¿Cómo podemos visibilizar que estar vivas no es un privilegio, sino un derecho natural al cual deberíamos acceder todxs? Pues de aquí parte la lucha feminista en el colectivo Ni Una Menos; todxs tenemos el derecho a la vida, al acceso a la salud pública, a la educación, a expresarnos libremente, ser madres por decisión y no por obligación. Así, el colectivo nos enlaza como compañeras, amigas, estudiantes, trabajadoras de cualquier rubro, sexualmente emponderadas e informadas a la hora decidir.

| SORORIDAD 

Abrazadas a los pilares de nuestras causas, encontramos la fuerza en la hermandad. 

“El primer mandato del patriarcado nos enseña a desconfiar las unas de las otras. Esa hechura patriarcal nos persigue: a veces repetimos en nuestros modos esos micromachismos. Para desarmar todo esto, necesitamos construir una práctica de confianza y cuidado mutuo entre nosotras: una amistad política. Inventar trazos y lazos, palabras en común, acordados modos de tramitar, colectivamente, nuestras desdichas y violencias. Poner en común para desactivar lo que, justamente, intenta destruir esa amistad, esa inteligencia que sólo puede ser colectiva. En cada uno de nuestros trayectos biográficos está el sufrimiento y las huellas del daño. Los reconocemos, nos reconocemos en ellos, pero no serán justificación para prácticas insolidarias y contrarias a la ética feminista que construimos.” (Fragmento de Carta Orgánica, Ni Una Menos, 2017) 
A 5 años de la primer movilización del Ni Una Menos, te repetimos Raul, estas mujeres no estaban caminando en la calle solas a altas horas de la madrugada. No usaban ropa apretada y polleras cortas. No No, ellas eran madres, hijas, hermanas, tías, abuelas, amigas.

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