Las implicancias de la obra más importante del ultimo tiempo. Cambio de paradigma energético. Soberanía y entrega, el debate de fondo ante la próxima parada electoral.
*Por Leandro Mijaloski
La fecha elegida para la inauguración de la obra pública más importante de los últimos 40 años, no fue casual y posee una gran carga simbólica. El 9 de julio, fecha de la independencia política firmada en 1816, también coincide con aquella declaración de independencia económica firmada en 1947 por el General Perón. Es que sin independencia económica el ejercicio pleno de la soberanía política resulta imposible de concretar.
Luego de aquella firma de la independencia económica en 1947, hubo idas y vueltas en materia de soberanía de las decisiones económicas. Ya el golpe de 1955 con el consecuente derrocamiento de Perón, sentó las bases para que el país ingresara al FMI, algo a lo que Perón se oponía tajantemente. La entrega de la soberanía económica conocía su primer capítulo, pero lamentablemente no sería el único. A partir de ese momento el país conocería una nueva forma de dominación y sometimiento a las voluntades del capital extranjero y los centros financieros internacionales, las crisis de deuda forzadas.
El ultimo episodio de esta novela trágica, lo vivimos en la larga noche neoliberal en la que nos sumergió el gobierno macrista. El endeudamiento tuvo lugar a una escala jamás conocida hasta el momento. La toma de deuda fenomenal, sumado a las altas tasas de interés, eran la garantía para que los capitales golondrinas lleguen al país y ponga andar la bicicleta financiera, para luego retirarse con ganancia siderales, dejando tras de sí un país en quiebra y sin capacidad de repago de la deuda contraída.
Luego de aquella firma de la independencia económica en 1947, hubo idas y vueltas en materia de soberanía de las decisiones económicas. Ya el golpe de 1955 con el consecuente derrocamiento de Perón, sentó las bases para que el país ingresara al FMI, algo a lo que Perón se oponía tajantemente. La entrega de la soberanía económica conocía su primer capítulo, pero lamentablemente no sería el único. A partir de ese momento el país conocería una nueva forma de dominación y sometimiento a las voluntades del capital extranjero y los centros financieros internacionales, las crisis de deuda forzadas.
Las crisis recurrentes del país, fácilmente son reducibles a crisis de deuda donde los sectores económicamente dominantes del país, en complicidad con el capital extranjero, sometieron sistemáticamente a las cuentas pública al estrangulamiento externo producto de endeudamientos irresponsables.Toma de deuda, bicicleta financiera y fuga de capitales, fueron los recursos a los que una y otra vez recurrieron los sectores concentrados de la economía para acumular riquezas a gran escala, transfiriendo completamente los riesgos de la inversión al Estado, que debe salir, en última instancia, a cubrir la fiesta con la venta de las reservas internacionales significando una pérdida de riqueza para todo el pueblo argentino.
El ultimo episodio de esta novela trágica, lo vivimos en la larga noche neoliberal en la que nos sumergió el gobierno macrista. El endeudamiento tuvo lugar a una escala jamás conocida hasta el momento. La toma de deuda fenomenal, sumado a las altas tasas de interés, eran la garantía para que los capitales golondrinas lleguen al país y ponga andar la bicicleta financiera, para luego retirarse con ganancia siderales, dejando tras de sí un país en quiebra y sin capacidad de repago de la deuda contraída.
En este contexto la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner tiene un impacto profundo en las cuentas externas de la Argentina, pudiendo llegar a correr bastante la barrera de la restricción externa causada por la falta de divisas en la medida que el autoabastecimiento energético vaya transformándose en una realidad efectiva.El nuevo gasoducto representa un hito histórico que viene a reforzar la soberanía económica de nuestra patria. La obra realizada en tiempo record y con tecnología nacional, implicó la interconexión de 4 provincias a través de un ducto de 36 pulgadas que inicia su recorrido en la localidad de Tratayén, Neuquén, para luego pasar por las provincias de Río Negro y La Pampa, finalizando el mismo en la localidad de Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires. En total se inauguró el primer tramo de 573 kilómetros que permitirán incorporar 11 millones de metros cúbicos de gas al día en la red troncal, reduciendo significativamente las necesidades de gas importado.
Además, el gasoducto posibilitará al país un ahorro importante de dólares por el reemplazo del actual gas importado y a la vez permitirá nuevas exportaciones, transformando a la Argentina en un proveedor neto de energía para el mundo.El gasoducto fortalecerá y ampliará la capacidad de transporte y distribución de gas en todo el territorio nacional, hecho a partir del cual se concretará el tan ansiado autoabastecimiento energético reduciendo drásticamente el costo del suministro al sustituir importaciones de GNL y el uso de combustibles líquidos destinados a las usinas de generación de electricidad.
Al mismo tiempo, el gasoducto Néstor Kirchner permitirá desarrollar a gran escala el yacimiento de Vaca Muerta, segunda reserva no convencional de gas, posibilitando un ahorro total anual calculado en 4200 millones de dólares durante su primer año de funcionamiento por sustitución de importaciones y la creación de 48.800 puestos de trabajos directos e indirectos a partir de su construcción.
Se debe destacar que este nuevo hito de soberanía energética, solo se pudo alcanzar gracias al puntapié inicial que significó la expropiación de YPF en el año 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que significó una modificación en la visión de la compañía, volcando sus esfuerzos a la exploración y descubrimiento de Vaca Muerta.
Queda claro entonces, que en las próximas elecciones el debate en materia energética pasará en confrontar dos visiones de país completamente distintas, la que sostiene la soberanía energética, por un lado, o la que quiere poner Vaca Muerta y el gasoducto al servicio de las potencias extranjeras.
La soberanía política no se alcanza sin independencia económica, y sin Independencia económica no hay posibilidad de Justicia Social.
*Licenciado en Ciencia Política (UBA) Comunicación Política y Opinión Pública (FLACSO).
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