Argentina recibirá USD 4300 Millones de los DEG del FMI

El organismo de crédito internacional asignará 275.000 millones de dólares a los mercados emergentes y países en desarrollo, incluidos países de bajos ingresos. Se analiza un esquema de ayuda para que los países ricos puedan ceder parte de esta asignación especial a las economías más desfavorecidas.

[EHM]


En una decisión que se calificó como “histórica”, la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este lunes una ayuda extraordinaria a sus países miembro para capear las dificultades que trajo la pandemia del Covid-19. Se trata de una asignación general de derechos especiales de giro (DEG) por 650.000 millones de dólares, que serán distribuidos el 23 de agosto próximo. 

De este modo, la Argentina se hace acreedora de unos 4.300 millones de dólares que engrosarán la reserva  del Banco Central. 

Mientras tanto, el Gobierno nacional procura llegar a un acuerdo con el FMI que permita renegociar a mayor plazo los vencimientos de la deuda contraída por el expresidente Mauricio Macri. Por lo pronto, el Gobierno nacional giró al organismo esta semana, 345 millones de dólares, en concepto de pagos de intereses por el programa de 45.000 millones de dólares acordado por el gobierno de Cambiemos entre 2018 y 2019. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, señaló que: 

“La asignación de DEG beneficiará a todos los miembros, abordará la necesidad mundial de reservas a largo plazo, generará confianza y fomentará la resiliencia y la estabilidad de la economía mundial. Ayudará particularmente a nuestros países más vulnerables que luchan por hacer frente al impacto de la crisis de COVID-19 ". 

La asignación general de los DEG se efectivizarán el 23 de agosto, en tanto, los montos se acreditarán, proporcionalmente, de acuerdo a las cuotas existentes de cada país en el FMI. En el caso de Argentina, el país tiene el 0,67 % de la cuota del FMI, por lo tanto, le corresponderá recibir del organismo unos 4.355 millones de dólares. 

“Es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes”. Indicó Georgieva. 

La expectativa del Gobierno nacional, luego de la última cuota de intereses por 345 millones de dólares, es utilizar parte de esta asignación en la cancelación de una parte de los compromisos con organismos internacionales por 3.822 millones de dólares. El cronograma de pagos acordado con el FMI por la administración del expresidente Mauricio Macri, prevé dos cuotas de 1.911 millones de dólares, pagaderos en septiembre y diciembre próximos, que de no tener a disposición esta asignación especial de DEG, sería una meta de difícil cumplimiento para el país. 

Así lo expresa el ministro de Economía, Martin Guzman al indicar que “Argentina no tiene la capacidad de pago para hacer frente a la deuda con el FMI por eso necesita más tiempo”, definición que denota la búsqueda de acuerdo por parte del Gobierno con el organismo crediticio. 

Según la Secretaría de Finanzas de la Nación, los vencimientos de deuda, en concepto de intereses, que tiene que afrontar el Gobierno es una cuota por 399 millones de dólares en noviembre 2021 y, para 2022, en enero pagos por 738 millones por capital, y en febrero, 379 millones por intereses. No obstante, el país tiene compromisos con el FMI, con vencimientos a partir de marzo por 18.224 millones de dólares hasta el final del año 2022, es decir 17.330 millones en concepto de capital y 894 millones en concepto de intereses. 

En cuanto a la irracional deuda contraída por Mauricio Macri y sus funcionarios, el ministro Guzman manifestó que el país enfrenta "una carga de deuda enorme que el gobierno de Juntos por el Cambio tomó entre 2018 y 2019. (Fueron) 45 mil millones de dólares que no se utilizaron para nada que tenga que ver con aumentar la capacidad productiva de la Argentina; se utilizaron para pagar deuda insostenible a acreedores privados, en lugar de reestructurar esa deuda, y en financiar la salida de capitales". 

Por otra parte, la directora gerente del FMI se refirió a la idea de crear un fondo fiduciario de ayuda a los países “vulnerables”, señalando “Continuaremos participando activamente con nuestra membresía para identificar opciones viables para la canalización voluntaria de DEG de los países miembros más ricos a los más pobres y vulnerables para apoyar la recuperación de la pandemia y lograr un crecimiento resistente y sostenible", afirmó Georgieva. 

Este reclamo también está siendo motorizado por los presidentes de México y Argentina Andrés M. López Obrador y Alberto Fernández. El organismo financiero multilateral categorizó como “una opción clave” “que los miembros que tienen posiciones externas sólidas canalicen voluntariamente parte de sus DEG para ampliar los préstamos para los países de bajos ingresos a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (PRGT) del FMI. Este fondo fiduciario tiene condiciones favorables para los países menos favorecidos ya que actualmente no tiene intereses. 

De acuerdo a lo expresado por Kristalina Georgieva, este Fondo de Resiliencia permitirá ofrecer “tasas más bajas y vencimientos más largos para crear espacio fiscal para mitigación, adaptación, transición, especialmente para países de ingresos bajos o medianos altamente vulnerables”. Se trataría de una “tercera vía” a los programas estándar del FMI, como el Stand-by y el de Facilidades Extendidas, como el que actualmente negocia el Gobierno. El organismo todavía no determinó el alcance o definición de país “vulnerable” para acceder a este Fondo de Resiliencia, es decir la cesión de DEG desde las naciones avanzadas hacia las más pobres. Sin embargo, persiste la expectativa de que el FMI contemple dentro del reparto secundario de DEG a naciones de ingreso medio, como la Argentina. 

La llegada de los 4.300 millones de dólares reforzarán las reservas del Banco central en un calendario de vencimientos fijado por la administración de Cambiemos, que a esta altura del año, se tornaba muy complicado de cumplir. Si bien el Gobierno nacional deberá utilizar sus DEG para pagar 3.767 millones en los tres últimos meses del año, a corto plazo, aleja la posibilidad de una corrida cambiaria y la consecuente devaluación del peso. 

Para el Gobierno nacional, la llegada de estos 4300 millones, mientras se esta atravesando un escenario electoral, resulta clave para el fortalecimiento macroeconómico y para mejorar el poder de fuego del BCRA para hacer frente a las clásicas expectativas devaluatorias postelectorales. Además, debemos sumar la mejora en los precios internacionales de los comoditis exportables, que permitió un proceso de compra sostenida de divisa desde diciembre del 2020, con un acumulado de más de U$D 8000 millones hasta la fecha, lo que permite acercarnos aun más, a la tan anhelada estabilidad macroeconómica. 

El control estricto del mercado de cambios y la posibilidad de concretar una extensión de los plazos de pago al FMI, son los factores fundamentales para el ordenamiento definitivo del frente externo. 


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