El gobernador Kicillof, tras un año de arduas negociaciones, acordó la reestructuración de la deuda provincial con los principales bonistas. El trabajo realizado por un instituto dependiente de la CTA, analizó el enorme pasivo que dejó la administración Vidal al erario provincial.
Por Jorge Néstor Juncal*
Crecimiento exponencial de la deuda provincial
La exgobernadora Vidal, actuando en tándem con el exministro de hacienda Hernán Lacunza, dejaron como souvenir de su paso por la gobernación, un pasivo descomunal a la provincia de Buenos Aires, que supera con creces el desaguisado de Mauricio Macri con la deuda externa nacional. Como si esto fuera poco, aquellos recursos que ingresaron a las arcas bonaerenses no se utilizaron en obras públicas, como era de esperar, sino que “se fueron por la canaleta” de la formación de activos externos, conocido como fuga de capitales.
Según un informe realizado por el Instituto para el Desarrollo Económico y Social de Buenos Aires (IDESBA), institución dependiente de la CTA bonaerense, se sostiene que “desde 2016 en la Argentina tuvo lugar un nuevo y acelerado proceso de endeudamiento que hasta el primer trimestre de 2019 hizo crecer el stock de deuda pública nacional en un 35%” pero que, en la Provincia:
“La deuda pública en pesos creció un 447% entre diciembre de 2015 hasta agosto 2019, por lo que la deuda actual es casi seis veces mayor que la que tenía la Provincia poco más de tres años y medio atrás" y "en términos reales el crecimiento también fue récord, del 58,1% entre 2015 y 2018”.
La estrategia política del binomio Macri - Vidal “cuanto peor, mejor”, se traducía en una política económica perversa que trasuntó efectos dañinos tanto a la provincia de Buenos Aires, como al país en su conjunto. El equipo de especialistas del IDESBA reveló que en términos de deuda, Vidal fue más perjudicial para la provincia que Macri para el país, ya que “Entre 2015 y el primer trimestre de 2019 la deuda externa de la PBA creció incluso más que a nivel nacional en dicho período: 80,8% versus 70,4%”.
La volatilidad del dólar sumada a la desregulación del mercado de capitales, que imponía el modelo de valorización financiera de Mauricio Macri, “dejaron expuesta a la provincia a una mayor inestabilidad”, señalan las investigadoras del Instituto. Esto se puso de relieve cuando “Producto de las corridas cambiarias que durante 2018 llevaron la cotización del dólar de $19 a $40 (+110,5%), la deuda pública provincial se incrementó en más de $190.000 millones.”, indica el trabajo. Además, en agosto de 2019, luego de la derrota por 15 puntos que le propiciara el Frente de Todos a Cambiemos en las PASO, el país sufrió otra fuerte devaluación de su moneda. “Este año, la devaluación de agosto -que llevó el dólar a $60- implicó un aumento de la deuda de $161.432 millones de pesos", advirtieron en el trabajo.
Macri atacado por su berrinche de mal perdedor, había provocado que los vencimientos que debía afrontar la próxima gestión del Frente de Todos en PBA, aumenten en más de 100.000 millones de pesos. Todo un descalabro financiero producido adrede para sumarle más inestabilidad económica e institucional al próximo gobierno nacional y provincial.
Las cifras oficiales del ministerio de Economía bonaerense dan cuenta que, entre fines de 2015 y mediados de 2019, el peso de la deuda en relación al producto bruto geográfico pasó de 5,1 a 8,3 %. Mientras la deuda crecía exponencialmente, los indicadores de actividad, empleo e industria en la PBA se deterioraban al mismo ritmo entre aquellos años. El stock de pasivos bonaerenses pasó de 122.085 millones a 667.746 millones de pesos entre diciembre de 2015 y agosto de 2019.La exgobernadora Vidal multiplicó por seis la deuda que recibió de la gestión Scioli.
81 de cada 100 pesos que deben los bonaerenses corresponden al ciclo de endeudamiento del gobierno de Vidal.
Cambio de composición y reducción de plazos de vencimiento
La deuda provincial de la mano de Vidal no solo creció exponencial y aceleradamente, también cambió su composición, generándole un déficit mayúsculo al erario provincial y condicionando al extremo la próxima gestión. Dicho de otro modo, la deuda externa crecía en mayor medida que la interna, y se acortaban los plazos de los vencimientos, un coctel explosivo para quien se hiciera cargo del ejecutivo provincial.
El peso de la deuda en dólares pasó del 57,9% desde el fin de la administración de Daniel Scioli a un 82,7%, según el informe.
Respecto a los plazos de vencimiento, el informe del Instituto es más que elocuente al indicar que “A nivel nacional la vida promedio de la deuda pública pasó de 7,8 años en 2015 a 7,2 años en el primer trimestre de 2019, mientras que en la Provincia de Buenos Aires la vida promedio se acortó aún más: de 5,4 años en 2015 a 3,5 años a marzo de 2019”.
El crecimiento de la deuda provincial, su cambio de composición en moneda dura y vencimientos de capital e intereses a corto plazo, llevaban a un círculo vicioso de mayor endeudamiento y fuga de capitales, con graves consecuencias para las finanzas públicas.
"El endeudamiento público asumió una dinámica cíclica de `deuda-deuda´: el Estado Provincial toma deuda valuada en moneda extranjera de corto y mediano plazo que muy pronto debe repagarse, además de hacer frente a sus intereses, pero a un tipo de cambio más devaluado –es decir necesita más pesos-, para lo cual se vuelve a endeudar”, agregan las y los integrantes del equipo del IDESBA: Silvia, Almazán, Paula Belloni, Gastón Ghioini, Mariana Fernández Massi, Joaquín Lazarte y Fabiana Guerrero.
Obra pública, la máscara de la fuga
Para Joseph Göbbels, encargado de la propaganda nazi del Tercer Reich de Adolf Hitler, decía que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, fiel a ese apotegma, Vidal aseveraba, con cara de póker, que se habían incrementado intereses y compromisos a pagar para destinarlos a infraestructura. Toda una falacia que se daba de bruces contra la realidad de los hechos. En ese sentido, el trabajo destroza estos falsos argumentos del binomio Vidal-Lacunza afirmando que "Un análisis acerca del endeudamiento bajo la gestión de María Eugenia Vidal en la Provincia (y sus servicios) y de los recursos destinados a la obra pública dan cuenta de un efecto contrario: el proceso de endeudamiento de los últimos años, fugó recursos provinciales hacia el exterior".
La mentira sobre la supuesta inversión en infraestructura se cae a pedazos al compararse el pago de los intereses de la deuda con lo que se invirtió en obra pública.
El informe señala que entre 2016 y 2018 "los primeros superaron a la obra pública en un 41,6% (ambos expresados en poder adquisitivo de 2018), por lo que "sólo el ´costo del endeudamiento` superó con creces el supuesto ´objetivo` por el cual se endeudó la provincia". Tanto Macri como Vidal-Lacunza compartían como ideario el mismo “modus operandi”, se mostraban como grandes hacedores de obra pública, cuando en verdad, utilizaban el modelo de valorización financiera para inducir a un mayor endeudamiento, y consecuentemente, a la formación de activos externos para atender intereses inconfesables.
El trabajo también aborda la amortización de la deuda que contrajo Vidal durante su mandato, donde se evidencia la desproporción y el descalce que existía entre las sumas ingresadas y el dinero que salió del país: "En los cuatro años de gobierno de Cambiemos, el dinero destinado a la amortización de deuda (mayormente de mediano y corto plazo) y sus intereses superará a $347.925 millones, mientras que la deuda tomada en igual período aproximará $298.287 millones.
Bajo la gestión de Vidal se destinará más de un 16,6% de recursos al pago de deuda y sus intereses en relación al dinero que ingresará por el endeudamiento".
La exgobernadora Vidal, abonó en concepto de intereses de deuda entre 2016 y 2018 la friolera suma de 99.234 millones de pesos, que podrían haberse utilizado para construir en inversión educativa, 4.109 escuelas y 8.345 jardines de infantes de 10 aulas cada unidad escolar, o en materia de salud, 25 hospitales de alta complejidad de 40.000 m2 y 599 centros de hemoterapia de 1750 m2, cada unidad asistencial. La carrera política de Vidal en la provincia de Buenos Aires se terminó en agosto de 2019, cuando Axel la superó por 17 indescontables puntos de diferencia en las PASO de aquel año. Lejos de toda autocrítica sobre su calamitosa gestión provincial, prefiere hacer “borrón y cuenta nueva” y candidatearse en un distrito seguro para sus aspiraciones de corto plazo, al cobijo de un electorado afín al que poco le importa su pasado.
Mas allá de su destino político, Vidal será por siempre una fiel exponente de un modelo de exclusión probado hasta el hartazgo por vendepatrias como ella, que solo deparan como horizonte cierto, un pueblo miserable en una patria sometida.
*Abogado UM
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