La Fundación Favaloro vuelve como prestador al PAMI

La vuelta de la Fundación Favaloro al organismo, es considerado “hito histórico” por el Gobierno nacional. El pasado que condena a Horacio Rodriguez Larreta y a Maria Eugenia Vidal en su relación con la Fundación.

[EHM]


La titular del PAMI, Luana Volnovich anunció la vuelta de la Fundación Favaloro al organismo resaltando que “en este momento tan difícil para el sistema sanitario argentino, esta alianza es estratégica porque nosotros ayudamos a la institución y la institución nos ayuda a nosotros”.

Respecto a la relevancia de la incorporación de la Fundación como prestador del Instituto, la funcionaria enfatizó que significa “un hito histórico que fortalece el sistema de salud y garantiza una mejor calidad de atención para las personas afiliadas.” Si bien en el contexto de la pandemia del Covid-19, el PAMI y la Fundación Favaloro ya vienen trabajando desde noviembre de 2020 a través del programa “Chequeate en Casa”, este nuevo paso consolida a la prestigiosa institución como prestador del organismo.

El programa “Chequeate en Casa” está destinado a la detección temprana de riesgos en los adultos mayores que se vieron forzados a no salir de sus casas para evitar el contagio del Coronavirus. Consiste en una encuesta elaborada junto a la Fundación Favaloro, basado en un sistema de semáforo, que le permite al personal del PAMI, y de acuerdo con los síntomas del paciente, evaluar los pasos a seguir. En otros casos, se lleva al afiliado a hacerse estudios a la Fundación y si la situación no es tan urgente se deriva al adulto mayor a un especialista para su consulta.
En el anuncio de Volnovich también hubo lugar para el recuerdo “La relación entre la Fundación Favaloro y PAMI es una larga historia, trágica de hecho, con muchos altibajos; por eso estamos doblemente contentos: primero por el prestigio que sumamos, pero también porque se trata de una reparación de cuestiones del pasado”, concluyó la funcionaria.
 El acuerdo entre la Fundación y el organismo fue suscripto en la sede central de la Fundación Favaloro con la presencia del subdirector ejecutivo del PAMI, Martin Rodríguez; el secretario general técnico operativo del PAMI, Eugenio Garriga; y los directores de la institución médica, Laura Favaloro, Sebastián Defranchi, Matías Fosco y Luciano Gentile.

Larreta y Vidal: El pasado que los condena

No puede escindirse esta grata noticia de aquella otra que recibíamos el 29 de julio de 2000, el cardio cirujano orgullo de Argentina, el Dr. René Favaloro, se disparaba al corazón por la falta de respuesta de “funcionarios” del gobierno de la Alianza. Por aquel entonces, Favaloro trajinaba infatigablemente los pasillos oficiales reclamando una deuda de dos millones de dólares que tenía el PAMI con su Fundación. Quien encabezaba el organismo como interventor era el actual jefe de gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, secundado por su mano derecha en el organismo, una nobel asesora en recursos humanos de tan solo 27 años, Maria Eugenia Vidal. La misión de Maria Eugenia Vidal era ahorrarle dinero al PAMI, tarea que fue largamente cumplida por ella, realizando un recorte de 360 millones de pesos en un año.
Ese “logro” le valió un cargo de Directora Ejecutiva en la Fundación Sophia, lugar desde donde prosiguió asistiendo a Rodriguez Larreta, en su devenir por diferentes organismos hasta su ingreso al PRO.
Antes de tomar la penosa decisión, Favaloro había escrito siete cartas, unas pocas fueron dadas a conocer públicamente. En los tramos que trascendieron a la opinión pública, el reconocido cardiocirujano, con amargura e impotencia de verse en los límites de su existencia, echaba luz sobre la trama de corrupción reinante en el organismo. “PAMI tiene una vieja deuda con nosotros (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mi directamente)”. Efectivamente, en aquel año la Fundación le reclamaba al PAMI el pago de 195 facturas emitidas entre 1993 y 1995 que sumaban ese monto.

Desde el PAMI la respuesta calcada que se le daba al reclamo desesperado de Favaloro era: “La Fundación no posee una deuda verificada con PAMI”, llevando la discusión a lo que figuraba en los libros contables. El interventor Horacio Rodriguez Larreta valiéndose de un argumento por demás discutible señalaba “Nosotros nunca dijimos que el servicio no se prestó, lo que dijimos es que en ninguno de los libros contables del PAMI figura esa prestación, ni esa deuda”.

Larreta admitía la verosimilitud de que el PAMI había cumplido con sus servicios, pero sometía el reconocimiento de la deuda a una prueba diabólica, los registros contables del organismo durante la gestión del menemato, con Alderete a la cabeza. La decisión política del gobierno de Fernando de la Rúa, alineado a las directivas recibidas del Fondo Monetario Internacional, era sanear el organismo y lograr un ahorro anual. Como buen discípulo ajustador, Horacio Rodriguez Larreta había estimado ese ahorro en 360 millones de pesos, entre los que se encontraban los dos millones de la Fundación.

En una última reunión entre Favaloro y el PAMI, el organismo propuso una “conciliación obligatoria” a efectos de constatar “caso por caso las historias clínicas correspondientes a cada una de las 195 facturas”, a fin de corroborar el reclamo de la Fundación. La verificación contable se realizó el 18 de julio de 2020, y como era de esperar, se comprobó la existencia de las 195 facturas reclamadas. Rendido ante las evidencias que obraban a favor del reclamo de la Fundación, y pretendiendo ocultar su propia desidia en el caso, Horacio Rodriguez Larreta decide, tres días después, solicitar la realización de una auditoría interna.

Mientras tanto el tiempo transcurría dramáticamente para Favaloro: “Estoy pasando uno de los momentos más difíciles de mi vida, la Fundación tiene graves problemas financieros. En este último tiempo me he transformado en un mendigo. Mi tarea es llamar, llamar y golpear puertas para recaudar algún dinero que nos permita seguir”, Escribía en una de sus cartas.
“En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.”
El día anterior de la fatídica decisión de quitarse la vida, Favaloro había decidido escribirle una carta al expresidente De la Rúa, en la que le imploraba ayuda para conseguir un préstamo de 6 millones para su Fundación, a la espera de que le pagaran sus deudores, entre ellos el más importante era el PAMI.

La carta culminaba con la frase “Estoy desesperado”. Finalmente, la angustia y el desasosiego que torturaban su existencia hicieron que aquel querido médico rural echara mano de un último recurso, el suicidio. “Estoy cansado de luchar, luchar y luchar, galopando contra el viento, como decía don Ata. No ha sido una decisión fácil, pero si meditada.” Dejó escrito de su puño y letra. Al igual que Sócrates, Favaloro era obligado a tomar la cicuta por funcionarios de un sistema venal y corrupto, donde el lugar común era medrar a costa del Estado en provecho propio y ser obsecuentes ejecutores de políticas de ajuste de los organismos financieros internacionales. Poco importaba a estos nefastos personajes honrar las deudas del organismo, menos aún, interesaban los lastimosos servicios de salud que se ofrecían a los más vulnerables.

Habían transcurrido tan solo unos meses del suicidio de Favaloro, cuando Horacio Rodriguez Larreta era acusado penalmente por “defraudación” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público” al direccionar la compra de vacunas gripales para el PAMI, junto a Cecilia Felgueras, anterior interventora del organismo y Daniel Tonietto, reemplazante de Rodriguez Larreta al ser removido del cargo. La maniobra se realizó al margen de la normativa enviándole el pliego licitatorio con 60 días de anticipación a la oferente FASA, Farmacéuticos Argentinos S.A., lo que permitió que se la considerara como única oferente, según denuncia penal de la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF). Esta institución acusó a los tres funcionarios de la Alianza en el marco del llamado a licitación para la adquisición y aplicación de la vacuna antigripal. La corrupción denunciada por Favaloro era moneda corriente.

La causa recayó en el juzgado del Juez Bonadío, quien transcurridos dos años sobreseyó a Felgueras, Rodriguez Larreta y Tonietto, dejando constancia de que la causa “no afecta el buen nombre y honor del que hubieren gozado”, como era dable esperar. Rodriguez Larreta fue eyectado del PAMI y “reciclado” como funcionario al frente del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Carlos Ruckauf, para después asumir al frente de la DGI.

La realidad impone una verdad incontrastable, el neoliberalismo tiene olor a muerte, y sus dirigentes se reciclan hasta el hartazgo en una suerte de club de amigos que les da cobijo para seguir lucrando desde el Estado, como si nada hubiera pasado. Favaloro se enorgullecía al decir:
“Yo no soy el médico de los ricos, menos de un 5% de mis pacientes están en esa franja" y con ello, rescataba sus orígenes humildes en el barrio “El Mondongo” de La Plata y los comienzos como modesto médico rural en Jacinto Arauz, La Pampa.
Por eso esta excelente noticia de la vuelta de la Fundación Favaloro como prestador del PAMI representa no solo el fortalecimiento del sistema de salud y una mejora en la atención a los afiliados, sino también, una medida efectiva para restañar viejas heridas del pasado en honor a la memoria de René Favaloro.

Publicar un comentario

0 Comentarios