SUERO ARGENTO | Dos tratamientos argentinos para dar batalla al Coronavirus

Recientemente  aprobaron dos medicamentos nacionales para el tratamiento del Covid-19. Ivermectina y el Suero Equino prometen buenos resultados clínicos para tratar la enfermedad.

Por Jorge Néstor Juncal

“Salud Pública no debe tener límites en sus gastos. El límite lo ha de dar la necesidad de curar a todos los enfermos que el país tiene.” Juan D. Perón

Según lo había anticipado recientemente, el ministro de Salud Gines Gonzalez Garcia, en la segunda quincena de octubre va a haber medicamentos nacionales aprobados que “van a tener un efecto importante” en el tratamiento contra el COVID-19. Se trataría de dos medicamentos llamados Ivermectina y el Suero Equino, cuyos desarrollos fueron financiados por la Agencia I+D+i, bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.  El ministro Gines había afirmado que estos dos tratamientos “funcionan muy bien”, no obstante, por el momento el método mas utilizado en el tratamiento de los pacientes internados por el virus, es la transfusión de plasma de pacientes recuperados. Sin embargo, la donación de plasma de pacientes recuperados pareciera no aportar un beneficio clínico significativo en fases avanzadas de la enfermedad, así lo entiende el Dr. Omar Sued, infectólogo de la Fundación Huésped y parte del comité de expertos que asesora al Presidente AF. En cambio, para Sued los desarrollos llevados a cabo por el Ministerio de Ciencia y Tecnología resultaron   alentadores “hay estudios argentinos en marcha sobre medicamentos que son mas prometedores”.   

Ivermectina

La investigación de este tratamiento fue llevada a cabo por la Universidad Nacional de Salta a través de su Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales (IIET), siendo el director del proyecto, el Doctor Alejandro Krolewiecki, investigador del Conicet, quien indicó que “Comprobar que la droga tiene actividad contra el virus es un paso muy grande porque es un medicamento comercialmente disponible y accesible en el país.” Se ha revelado que la Ivermectina erradica el virus en etapas tempranas de la enfermedad. El proyecto que lidera el Dr. Krolewiecki se denomina “Evaluación del efecto antiviral del fármaco ivermectina contra SARS-CoV-2”, y recibió financiamiento de la Agencia I+D+i y el apoyo del Laboratorio EleaPhoenix S.A. El ensayo clínico fue llevado adelante por el IIET sobre una base de 45 pacientes, de los cuales 30 fueron tratados con el medicamento mientras a 15 les fue aplicado el placebo. Al cabo de las pruebas, pudo establecerse que la administración de una dosis de 0,6 miligramos de Ivermectina, durante los primeros cinco días del curso de la enfermedad, produce una reducción más rápida de la carga viral en los pacientes. En la investigación también participaron el Centro de Investigaciones Veterinarias de Tandil (CIVETAN), pero fue clave la intervención del Laboratorio de Virología del Hospital Garrahan, desde el cual se contabilizaba la carga viral de los pacientes que se ofrecieron a realizar las pruebas para determinar la efectividad de la droga. Respecto a la importancia de suministrar la dosis necesaria para que el efecto de la misma no se diluya, el Dr. Krolewiecki indicó que:

 “Para alcanzar actividad antivira,l es necesario que la droga llegue en grandes cantidades a la sangre” para luego agregar “en base a los resultados que obtuvimos no se debería investigar, ni aplicar dosis más bajas de Ivermectina porque no tiene el mismo efecto”.

Según el investigador, dar la medicación en altas dosis fue “la estrategia para mejorar la eficacia, así como para buscar mecanismos nuevos para dosificar la medicación.”  En relación a los efectos adversos del medicamento, el Dr. Krolewiecki aseguró que “ninguno estuvo fuera de lo esperable”, aconsejando la aplicación temprana del mismo, ya que según su opinión, es central que se administre durante los primeros días desde que se presentan los síntomas. Lo cierto es que se trata de una droga de venta libre, descubierta en 1970 y es utilizada mayormente en enfermedades habituales en comunidades vulnerables, como la sarna o la parasitosis intestinal, y se la vincula al uso veterinario, pero también es accesible para uso médico en humanos. Tal es así, que en Salta ya lo prescriben como medicamento para pacientes con de Covid-19.

Suero Equino,

Este tratamiento tiene su origen en los anticuerpos policlonales equinos, que se obtienen a través de la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en Caballos, lo cual tiene un efecto hiperinmune, cerca de 100 veces más potente que el plasma de los pacientes recuperados. El suero equino bloquea la propagación del Covid-19 en el organismo. Esto se logra porque los caballos tienden a producir una gran cantidad de anticuerpos en sangre, debido a que su nivel de sangre es 6 a 7 veces mayor que el de los humanos y se puede producir a mayor escala. Tanto en el tratamiento con suero de pacientes recuperados como en el de los equinos, los anticuerpos son producidos en otro organismo y transfundidos al paciente que tiene la enfermedad. Los anticuerpos policlonales equinos se utilizan para la elaboración de medicamentos, para emergencias médicas como el envenenamiento por mordedura de serpientes, intoxicaciones por toxina tetánica o picadura de alacrán, exposición al virus de la rabia y para tratar enfermedades infecciosas como la influenza aviar. El ensayo clínico para evaluar la efectividad del suero equino se lleva a cabo en seis hospitales argentinos y participan mas de 200 pacientes con Covid-19. En este proyecto se articulan el sector público y el privado, quien lo encabeza es el laboratorio Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (Anlis), con la colaboración de la Fundación Instituto Leloir (FIL),  laboratorio Mabxience, Conicet y la Universidad Nacional de San Martin (Unsam). Por eso tenemos que dar gracias haber nacido en esta bendita tierra Argentina, pródiga en excelentes médicos e investigadores, algunos jalonaron las ciencias a nivel planetario como Rene Favaloro, Bernardo Houssay, Luis Federico Leloir y Cesar Milstein, otros no tan conocidos, pero con la misma convicción y perseverancia de llevar la cura a quienes lo necesitan.

Yo no concibo un investigador científico que trabaje por un simple y egoísta placer personal, como no concibo un médico que se conforme con atender su consultorio privado, ejerciendo su noble misión, con un sentido estrictamente comercial. El investigador y el médico han recibido de la sociedad una misión que cumplir, y ellos deben retribuirla en la medida del derecho que la sociedad adquirió cuando puso en sus manos y en sus inteligencias, las facultades necesarias para el sagrado ejercicio de la medicina.” Juan D. Perón 05-09-1952

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