En vísperas del 71 aniversario de la fundación de la República Popular de China, los mandatarios acordaron sumar esfuerzos de mutua cooperación y asociación estratégica, teniendo como eje el multilateralismo a nivel mundial. La nueva Ruta de la Seda: el proyecto global chino. Argentina con rol protagónico a nivel regional, buscará liderar este proyecto.
Por Jorge Néstor Juncal*
Ayer en horas de la mañana, desde la Residencia de Olivos, el Presidente Alberto Fernandez acompañado por el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, traductor oficial mediante, mantuvo una conversación con su par chino, Xi Jinping, durante cuarenta minutos. La videoconferencia de los mandatarios se dio en vísperas del 71er. Aniversario de la Fundación de la República Popular China, y estuvo enmarcada en analizar el escenario mundial, la importancia del multilateralismo y en fortalecer el trabajo conjunto en ese ámbito. Además de los saludos protocolares, el presidente chino invitó a AF a visitar China, y AF hizo lo propio, invitándolo al país. El Presidente AF le adelantó que tiene intenciones de viajar a Beijing antes de fin de año, si así lo permite la pandemia. En el caso de Xi Jinping, hará su visita de estado al país hacia fines de 2021.
El mandatario chino fue enfático al afirmar: “Queremos que más productos y con más valor agregado ingresen a China”, también solicitó colaboración para fortalecer vínculos con América Latina y el Caribe y el Mercosur para tener participación más activa en la Comunidad de Estados Latinos y Caribeños (CELAC). El Presidente AF no eludió el pedido de colaboración de Xi Jinping, indicando:
“He dado instrucciones para tener una participación más activa dentro de la CELAC para que la relación con China se profundice.”.
Por su parte el mandatario argentino agradeció el apoyo de Beijing en medio de la pandemia y la renovación del “Swap” entre los bancos centrales de ambas naciones, que da respaldo financiero a la Argentina por 18.500 millones de dólares, no solo para tonificar sus alicaídas reservas, sino también para poder encarar el ansiado desarrollo productivo argentino. “El acompañamiento financiero de China es muy importante para el desarrollo de los proyectos productivos en nuestro país.”
Tampoco podía quedar sin tratar entre los jefes de Estado, el tema de la pandemia COVID-19 y su impacto económico a nivel planetario. Coincidieron en compartir el desafío de buscar la cooperación multilateral en pos de alcanzar soluciones a la difícil coyuntura que plantea esta enfermedad. Los mandatarios también analizaron la evolución de la vacuna que se está fabricando en China, muy avanzada en su fase clínica. En la reunión, los altos mandatarios convinieron en dar renovado impulso a la Asociación Estratégica Integral con miras a concretar proyectos de inversión en el país de agua y saneamiento, vivienda, conectividad, energía renovable e infraestructura de transporte con fuerte impacto en el entramado productivo argentino, así lo expresaba el Presidente AF: “Argentina es un país con muchísimas oportunidades donde China puede ser un actor central.” También fue eje de la conversación, llevar adelante negociaciones tendientes a sumar a la Argentina a la “Nueva Ruta de la Seda”, proyecto de inversiones en infraestructura, sin precedentes, que con visión estratégica de largo plazo, lleva adelante China con el fin de vincularse con Europa, Medio Oriente, África y ahora también América Latina.
La nueva Ruta de la Seda
La One Belt, One Road Initiative o BRI (Belt and Road Initiative), conocida en castellano como Nueva Ruta de la Seda, es un proyecto internacional lanzado por China en 2013, y consiste en el establecimiento de dos rutas combinadas, una de infraestructuras terrestres y otra marítima, que mejorarían las conexiones chinas tanto en el continente asiático como hacia el exterior, dando a China mas influencia económica y política a nivel mundial.
El nombre del proyecto tiene el espíritu de la antigua Ruta de la Seda, ruta comercial por antonomasia por la que fluyó el comercio entre China y Europa durante las dinastías Han y Tan de los tiempos gloriosos de la China imperial. En América Latina, los países que se sumaron a la iniciativa de China en el marco de este proyecto fueron por el momento: Uruguay, Panamá, Chile y Perú, pero aún quedan al margen Brasil, Argentina y México. Los Estados Unidos rechazan de manera contundente este proyecto chino, más aún si la implementación es en su área de influencia, como lo es América Latina, pero además porque le disputa su visión de mundo bipolar dominado por la potencia hegemónica que, en los hechos, sigue siendo.
Sin embargo, sumarse a esta iniciativa China, es contar con una ventaja económica para los países de la región difícil de rechazar, debido a que se entrelaza con la idea de Beijing de financiar proyectos locales que van de la mano con su perspectiva de ascenso, a mediano plazo, como primera potencia mundial. Todo parece indicar que AF está decidido a dar un “golpe de timón” al alineamiento geopolítico del país, sin renunciar al derecho de autodeterminación, tal vez vislumbrando un negociación ardua y complicada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Algunos analistas anticipan que el FMI estaría diseñando un programa de facilidades extendidas que permitiría a la Argentina postergar pagos de la deuda externa de 44.000 millones de dólares, pero haciendo foco en la implementación de reformas estructurales que resultarán difícil de digerir para el Gobierno Nacional. De allí que el Presidente AF decida profundizar relaciones bilaterales con la Unión Europea (UE), México y China, sin desestimar la guerra comercial que mantiene el país asiático con Washington, pero con el Norte puesto en el desarrollo productivo del país. Así también lo entiende el coordinador del Grupo de Trabajo sobre China del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, Jorge Malena, quien hace hincapié en que la mitigación de la pobreza, mediante la promoción del comercio bilateral, del impulso de las inversiones, del desarrollo de obras de infraestructura y la transferencia tecnológica, es un objetivo central de la cooperación Sur-Sur:
“El espíritu de la comunidad de futuro compartido que propone China, cristalizado con el desarrollo de la iniciativa de la Franja y la Ruta y su extensión a los países del “Sur Global”, abre una perspectiva promisoria al sombrío panorama económico pospandemia.”
“El ejemplo de CHINA POPULAR, hoy base inconmovible de la Revolución Mundial, permite a los hombres de las nuevas generaciones, prepararse para la larga lucha con mas claridad y firme determinación.” Carta de Perón dirigida al líder chino Mao Tse Tung, desde su exilio en Madrid, fechada 15 de julio de 1965.
*Abogado UM.
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