La Agrupación Felipe Vallese, con fuerte presencia territorial en Moreno, Morón y la Matanza, emitió un comunicado denominado "Aporte para el debate de la militancia", con el que busca incentivar la reflexión en torno a la coyuntura política que atraviesa el país. Te mostramos el comunicado completo.
Compañeros y compañeras, no hay otra oportunidad. Es esta y es ahora.
Como militantes del campo nacional y popular, debemos darnos cuenta que la derecha hace varios años ha cambiado su fisonomía y su modalidad en las acciones e intenciones sobre los procesos democráticos, con actitudes, modalidades y reivindicaciones de un populismo pseudofascista, como ha sido demostrado en Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador, etc.
Si seguimos pensando que después de una derrota electoral, la derecha se va a replegar ante los gobiernos populares hasta rearmarse políticamente para utilizar algún partido político y llegar al gobierno para implementar nuevamente políticas neoliberales, vamos a desconocer el contexto temporal y la peligrosidad del momento histórico que nos toca vivir. La voracidad del capitalismo del siglo XXI sabe que no le queda tiempo para seguir jugando a las idas y vueltas. Las reservas naturales, las riquezas de insumos esenciales, son una urgencia del momento. La pandemia si bien ha demostrado la importancia del rol del Estado y la necesidad de una política de bienestar más equitativa, también le desnudó a los países de mayor poderío mundial, la fragilidad de su capacidad de auto-sustentabilidad por la falta de recursos e insumos esenciales para su subsistencia.
Hoy más que nunca la derecha abandonó su rol ideológico para concentrarse en su rol supremo, que es el interés económico. Ha dejado de lado las contradicciones internas para concentrarse en sus negocios y en la acumulación de riqueza, al mismo tiempo de transmitir, masificar y fortalecer el odio contra su mayor enemigo: Los que amenazamos a sus privilegios y avanzamos por nuestros derechos.
En esta Patriada, el pueblo en su conjunto está solo. El poder concentró las fuerzas de la economía; la seguridad y la justicia tienen un mismo patrón, al mismo tiempo que la identidad globalizada, la seguridad y el confort de la modernidad nos hace cada vez mas individualistas.
Esto se viene repitiendo y profundizando cada década. Es hora de mirar este proceso sin prejuicios, con mucho coraje y compromiso frente a la confrontación principal que hoy representa cualquier persona, espacio o construcción oligárquica financiera internacional.
La forma, la metodología, el tiempo debe ser instrumento del compañero/a que conduzca en ese período o fragmento de tiempo lo que le toque cumplir. El debate, la critica, la diferencia debe ser en los ámbitos y espacios internos y no debemos caer en la utilización, ni ser instrumento del enemigo para aprovechar y debilitar el tiempo táctico, y así perder la oportunidad de continuar en el camino del proyecto estratégico de liberación nacional y revolución social.
Si seguimos pensando que después de una derrota electoral, la derecha se va a replegar ante los gobiernos populares hasta rearmarse políticamente para utilizar algún partido político y llegar al gobierno para implementar nuevamente políticas neoliberales, vamos a desconocer el contexto temporal y la peligrosidad del momento histórico que nos toca vivir. La voracidad del capitalismo del siglo XXI sabe que no le queda tiempo para seguir jugando a las idas y vueltas. Las reservas naturales, las riquezas de insumos esenciales, son una urgencia del momento. La pandemia si bien ha demostrado la importancia del rol del Estado y la necesidad de una política de bienestar más equitativa, también le desnudó a los países de mayor poderío mundial, la fragilidad de su capacidad de auto-sustentabilidad por la falta de recursos e insumos esenciales para su subsistencia.
Hoy más que nunca la derecha abandonó su rol ideológico para concentrarse en su rol supremo, que es el interés económico. Ha dejado de lado las contradicciones internas para concentrarse en sus negocios y en la acumulación de riqueza, al mismo tiempo de transmitir, masificar y fortalecer el odio contra su mayor enemigo: Los que amenazamos a sus privilegios y avanzamos por nuestros derechos.
Esto nos lleva a nosotros a tener mayor responsabilidad y capacidad para dejar de lado nuestras pequeñas internas sectoriales y trabajar en un objetivo en común que es la construcción de identidad y sentido, por sobre la disputa política mezquina de conducir algo que todavía no construimos.Entendemos que el campo nacional y popular después de los ´80 se fue desgarrando y su composición social fue más heterogénea. La fragmentación de los sectores sociales aportó para la desintegración de identidad; y paralelamente, la concentración del poder económico colaboró para avanzar con la hegemonización y formación de identidad y sentido cultural más alienado. Por eso el Campo Nacional y Popular y en especial el Peronismo debe reconstruirse, aceptar nuevos emergentes, incorporar nuevos análisis y debates ideológicos sin prejuicios, conservando la memoria que no es lo mismo que repetir el pasado ni mucho menos los errores del mismo.
En esta Patriada, el pueblo en su conjunto está solo. El poder concentró las fuerzas de la economía; la seguridad y la justicia tienen un mismo patrón, al mismo tiempo que la identidad globalizada, la seguridad y el confort de la modernidad nos hace cada vez mas individualistas.
Esto se viene repitiendo y profundizando cada década. Es hora de mirar este proceso sin prejuicios, con mucho coraje y compromiso frente a la confrontación principal que hoy representa cualquier persona, espacio o construcción oligárquica financiera internacional.
La forma, la metodología, el tiempo debe ser instrumento del compañero/a que conduzca en ese período o fragmento de tiempo lo que le toque cumplir. El debate, la critica, la diferencia debe ser en los ámbitos y espacios internos y no debemos caer en la utilización, ni ser instrumento del enemigo para aprovechar y debilitar el tiempo táctico, y así perder la oportunidad de continuar en el camino del proyecto estratégico de liberación nacional y revolución social.

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