¿Cómo debilitaron líderes populares?

Dr. Jorge Néstor Juncal*

“…SI ME PASA ALGO, NO MIREN A ORIENTE, MIREN AL NORTE” 

“Lawfare” o Guerra Mediático Judicial promueve el descontento social creando condiciones de desestabilización o derrocamiento de gobiernos, mediante mecanismos pseudo legales. 

El término "lawfare" (lófer) data de 1975 cuando dos humanistas australianos Carlson y Yeomans, publicaron un artículo con críticas al sistema judicial diciendo que éste había mutado a un sistema acusatorio o de “jueces en guerra”, donde la búsqueda de la verdad poco importaba, lo llamaron "lawfare", contracción gramatical de la palabra “law” (ley) y la palabra "warfare" (ir a la guerra). 

Si bien es una verdad de Perogrullo decir que la auténtica democracia no se construye con el linchamiento mediático del opositor, ni es edificante la aniquilación del adversario político mediante la manipulación de procesos judiciales; para la visión interesada de las corporaciones mediáticas La Nación y Grupo Clarín, la “judicialización de la política” es el pan nuestro de cada día.

La derecha juega esta carta infamante con la convicción de sacar del medio a ese “hecho maldito de la política argentina” que es el Peronismo, enlodando a sus dirigentes con denuncias falsas y causas armadas o amañadas, porque como dice J.W.Cooke “La despolitización es la continuación de la política antiperonista por otros medios”.  Entonces, entramos en un “todo vale” en el ámbito judicial, donde no solo se “naturalizan” falsos abogados, documentos fraguados, peritajes oficiales dudosos, aprietes, testigos que se vuelven en contra, escuchas y espionajes ilegales, procedimientos cuestionables y doctrinas pseudo jurídicas, sino también, se toma como normal que se conculquen las garantías constitucionales más elementales de “igualdad ante la ley” (art. 16 CN), “legítima defensa en juicio” (art. 18 CN) y  “razonabilidad” (art. 28 CN), vulnerándose de manera flagrante el Estado de Derecho, sin que nadie se escandalice. 

En la última década, el “Lawfare” fue utilizado en la región por las elites conservadoras y reaccionarias para asestar golpes de estado “blandos” con apoyo de Washington, como siempre, la geopolítica del centro dominando los procesos en la periferia, como dirá Marcelo en “Hamlet” de Shakespeare: “Algo huele a podrido en Dinamarca”. Las corporaciones mediáticas de la región afines a intereses inconfesables, fueron “colaboracionistas” invisibilizando todo tipo de maniobra en ese sentido. Recuerdo el discurso sanguíneo de Cristina del 30/09/14, cuando dijo la frase “(...)Si me pasa algo no miren a Oriente, miren a al Norte”, ante las supuestas amenazas del Isis, pero ciertas y reales arremetidas del Departamento de Estado, del Juez Griesa y del entonces embajador de EEUU, Mr. Sullivan quien alineado con Griesa y los fondos buitres, había anunciado un default inexistente y advertido sobre la inseguridad a los ciudadanos estadounidenses que viajaran al país. 

Para no generar males diplomáticos mayores, Cristina decidió no echar al embajador, ¿Es posible que las 10 causas que se le armaron, 7 de Bonadio, respondan a esa decisión y a no haber podido plasmar la ansiada reforma judicial? ¿Quién sabe?. Para muestra basta un botón, diría mi abuela, el actual embajador de EEUU, Edward Prado, abogado y juez del país del norte, antes de asumir como tal, fue entrevistado por Rafael Mathus Ruiz, de La Nación (21/04/2018) y ante la pregunta sobre si lo estimulaba ver el “proceso” que había en la Justicia argentina, dijo: “…Como juez, espero ver cómo puedo ayudar a la rama judicial. Si existe una oportunidad con mi experiencia, vengo a ayudar. No vengo a decirles qué van a hacer, pero en mis conversaciones con mis amistades judiciales hay cosas que podemos hacer trabajando juntos para mejorar el sistema judicial de la Argentina...”, así opinaba el señor embajador con ínfulas de Virrey, violando el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados. 

Desde ya, conocemos las “amistades judiciales” del señor embajador con las que habla a menudo y las consecuencias de ese “asesoramiento” amistoso y desinteresado de su parte, que Perón en su tiempo conocía perfectamente: “La diplomacia fuerte y prepotente de los incapaces siempre ha estado expuesta a desviarse hacia los campos de la pasión, de la mala fe y de la inmoralidad. Nunca ha sido un arma noble calumniar ni ultrajar al adversario. Hacer tales cosas con el que se pretende como amigo no solo es insensato, sino también incalificable…”. 

Sin lugar a dudas la declaración de Cristina del 02/12/2019 ante el Tribunal Oral Federal 2 en Comodoro Py, por la causa de la obra pública en Santa Cruz, que recomiendo escucharla completa, fue un alegato jurídico y político trascendental que servirá para las futuras generaciones y explicará por sí solo, eso que se dio en llamar “Lawfare”: 

“…Había que condenar a un gobierno. El de Néstor Kirchner. Había que traer de vuelta al FMI. Y para eso había que convencer que el que nos desendeudó era un chorro. Por eso es que estoy sentada acá…Seguramente tienen la condena escrita. No me interesa. Yo he elegido la historia. A mi me va a absolver la historia.”


*Jorge Néstor Juncal es abogado UM.

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